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Misiles

Lockheed Martin se pasa a los misiles y presenta su nueva arma con un alcance excepcional

La industria de defensa estadounidense da un salto de gigante con el nuevo misil de Lockheed Martin, el PrSM Incremento 4, que duplicará el alcance actual hasta superar los 1.000 kilómetros gracias a su innovador motor ramjet,

Lockheed Martin se pasa a los misiles y presenta su nueva arma con un alcance excepcional US Army

El Pentágono está inmerso en el desarrollo de un arma que podría obligar a cualquier adversario a redibujar por completo sus mapas defensivos. El gigante aeroespacial Lockheed Martin trabaja en el misil PrSM Incremento 4, un proyecto que busca redefinir el concepto de ataque a larga distancia y que, de tener éxito, otorgará a las fuerzas armadas norteamericanas una ventaja estratégica abrumadora sobre el terreno. Este proyecto se alinea con una modernización más amplia de su arsenal, que incluye también el desarrollo de un nuevo y potente misil hipersónico conocido como 'Barbanegra'.

De hecho, la ambición del programa reside en su capacidad para alcanzar objetivos situados a más de 1.000 kilómetros. Esta cifra no es un detalle menor, pues supone prácticamente duplicar el radio de acción de la versión actualmente en servicio, cuyo alcance se limita a unos 515 kilómetros. Con esta nueva capacidad de ataque profundo, se podría neutralizar infraestructura crítica muy por detrás de las líneas enemigas, alterando el equilibrio de cualquier conflicto. Este aumento del radio de acción busca contrarrestar las capacidades de adversarios potenciales, dado que Rusia ya dispone de misiles de largo alcance que suponen un desafío estratégico.

La clave de este salto tecnológico se encuentra en una innovación de primer orden: la adopción de un motor de propulsión ramjet que opera en un sistema de ciclo combinado junto a un cohete de combustible sólido. Esta configuración, según detalla el medio Interesting Engineering, permite al misil mantener una velocidad sostenida durante mucho más tiempo. Además, todo el sistema propulsor está integrado en un único cuerpo, evitando el desprendimiento de etapas durante su trayectoria hacia el objetivo.

La doble amenaza de un misil diseñado para ser inalcanzable

Por si fuera poco, el alcance extremo no es la única baza de este misil. Sus ingenieros han concebido una trayectoria de vuelo específica, pensada para poner en jaque a los sistemas antiaéreos más avanzados. El objetivo es dificultar al máximo las labores de detección e intercepción, lo que le confiere una alta probabilidad de supervivencia incluso en los teatros de operaciones mejor defendidos del mundo. Dicha capacidad sería fundamental en posibles escenarios de conflicto como el Indo-Pacífico, un área donde Taiwán se prepara para defenderse en uno de los teatros de operaciones más complejos del mundo.

No obstante, este ambicioso proyecto aún se encuentra en fase de desarrollo. Para que el misil pase de la mesa de diseño al arsenal estadounidense, primero deberá superar un hito fundamental: su primera prueba de vuelo, que no está programada hasta el año 2026. Será entonces cuando se validen en condiciones reales los avances teóricos que sustentan el programa. Asimismo, su arquitectura modular facilitará futuras mejoras, como la incorporación de un "buscador mejorado" para dotarlo de una precisión casi milimétrica contra objetivos de gran valor.