Australia Occidental
Una madre que ocultó su bebé muerto en el congelador evita la cárcel tras mentir sobre su embarazo
El juez consideró su salud mental, la falta de apoyo familiar y su arrepentimiento al suspender la condena de 19 meses de prisión
Monique Ellen Burton, de 35 años, ha eludido cumplir una pena de prisión efectiva tras admitir haber ocultado el cadáver de su hijo recién nacido en su vivienda de Geraldton, en Australia Occidental. La mujer fue condenada en el Tribunal del Distrito de Perth por un delito de interferencia con un cadáver con el objetivo de entorpecer una investigación.
El caso se remonta a agosto de 2022, cuando Burton dio a luz en secreto en el salón de su casa. Tras el parto, envolvió al bebé con unas mallas y lo escondió dentro de una bolsa de basura negra, colocándola detrás del sofá. Más tarde, la bolsa fue trasladada al congelador.
Durante el juicio, se reveló que Burton había ocultado su embarazo incluso a su pareja de catorce años, Shaun Balaam, quien no era el padre biológico del niño. Para justificar su vientre abultado, le aseguró que padecía cirrosis hepática, una excusa que también utilizó con conocidos y que sirvió como pretexto para una campaña de recaudación de fondos.
El 19 de agosto de 2022, Balaam encontró a Burton débil y sangrando en el sofá y la llevó al hospital. A pesar de las evidencias médicas que confirmaban que había dado a luz, ella negó en repetidas ocasiones haber estado embarazada. Más tarde, confesó al personal sanitario que había escondido al bebé detrás del mueble, lo que llevó a la policía a registrar la vivienda.
Aunque las circunstancias exactas de la muerte del recién nacido, apodado “Baby Burton” durante el juicio, no pudieron determinarse debido a que su cuerpo estuvo congelado, la acusada afirmó que el pequeño nació sin vida y que no hizo ningún sonido al nacer. El juez Darren Renton apuntó que es probable que el bebé fuera efectivamente un mortinato.
El magistrado calificó los hechos de “repugnantes” para cualquier ciudadano y destacó la “dignidad negada” al cuerpo del niño. No obstante, también reconoció que Burton actuó en un estado de negación y evasión, motivado por problemas psicológicos, estrés y la falta de apoyo emocional y familiar.
Renton decidió suspender la condena de 19 meses de prisión por un periodo de 12 meses, basándose en la expresión de remordimiento de la acusada y su disposición a someterse a un programa de tratamiento psicológico y desarrollo personal.
Además del delito principal, Burton también fue investigada por aceptar más de 3.000 dólares australianos en donaciones provenientes de una campaña en GoFundMe. La iniciativa fue creada por una amiga para cubrir gastos médicos derivados de la supuesta cirrosis. Aunque el juez dejó claro que ella no organizó la campaña, consideró que su conducta fue pasiva, pero impropia.
El caso fue descrito como "trágico en muchos niveles", no solo por la muerte del bebé, sino por las mentiras y la complejidad añadida a la investigación.