Política

Represión en Venezuela

Maduro promete «mano de hierro» contra la oposición

El líder bolivariano acusa a Guaidó de buscar una «intervención»

Sin legitimidad de la comunidad internacional y de parte de su propio pueblo, Maduro cargó ayer contra el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó
Sin legitimidad de la comunidad internacional y de parte de su propio pueblo, Maduro cargó ayer contra el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidólarazon

El líder bolivariano acusa a Guaidó de buscar una «intervención».

«Mano de hierro a la traición, a la corrupción. A mí no me va temblar el pulso con nadie, cuento con el apoyo del pueblo y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. De cada ataque saldremos más fuertes, nadie nos va a detener», amenazó al presentar la Memoria y Cuenta de 2018 y el Plan de la Patria 2019-2025.

El jefe de Estado hizo hincapié en los «logros económicos» de la revolución bolivariana en el año que pasó y responsabilizó a la oposición: «Se ha puesto el grupo que dirigió las guarimbas y su plan diario es el 'show' mediático, los falsos positivos y los ataques terroristas a hospitales. Ellos montaron el ataque al Hospital Clínico Universitario, sabotearon los sistemas de carga y recarga eléctrica para crear un 'show' a los medios y a las cámaras internacionales y buscar una escalada para una intervención», disparó. «El 2018 fue un año de desafíos, de obstáculos, de sabotajes del enemigo contra nuestras industrias petroleras y hospitales. Se agredió al bienestar familiar y a la moneda venezolana», siguió el presidente venezolano cuyo mandato carece del reconocimiento internacional.

En un intento de combatir la hiperinflación, Maduro anunció el incremento en un 300% del salario mínimo desde 4.500 (5,22 dólares) a 18.000 bolívares (20,9 dólares), y que su Gobierno continuará asumiendo el pago de las nóminas de las empresas privadas para evitar que esta subida aumente los precios.

Hoy además hay una nueva sesión de la Asamblea Nacional aunque no se sabe dónde se celebrará porque se desconoce si el régimen entregará las instalaciones de nuevo. También se espera que Juan Guaidó emita sus primeras decisiones como presidente interino de la República. Y todo en ciernes de esa protesta convocada para el 23 de enero. Voluntad Popular, el partido más perseguido por la dictadura desde las protestas del 2014 con su líder Leopoldo López en arresto domiciliario –donde apresaron a 114 de sus activistas– es el grupo que más directamente se enfrenta al chavismo. Rechaza la Presidencia de Nicolás Maduro y no participó en sus fraudulentas elecciones de las que supuestamente emana este segundo mandato. Ayer el propio Guaidó se encomendaba a la Divina Pastora para que lo guie hacia la paz y la libertad en Venezuela. El camino no será fácil. El desafío continua. Adriana Pichardo, una de las diputadas más jóvenes de Voluntad Popular aclaraba ayer algunas de las cosas que ocurrieron durante el secuestro exprés del presidente de la Asamblea Nacional.

Guaidó fue detenido durante media hora por agentes de los servicios secretos (SEBIN) cuando se dirigía a Caraballeda, en la costa cercana a Caracas, para participar en un acto político. Poco después era liberado. La sorpresa llegaba cuando el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, declaraba que la acción contra Guaidó fue una «situación irregular» encabezada por unos uniformados renegados.

«La única explicación es ésta. Juan les habló del trabajo que estamos haciendo en la misma camioneta. Ellos sentían mucha necesidad de conocer, y hubo un reconocimiento pleno a su figura. Desacataron las ordenes del usurpador», afirma.