
Tribuna
Mamdani radicaliza al Partido Demócrata de Estados Unidos
La izquierda estadounidense respira con la elección de Mamdani, sobre todo el ala más radical del partido, que intenta llenar el vacío de liderazgo que padece su formación

La residencia de Donald J. Trump se encuentra en Florida, pero su casa es Nueva York, y Zohran Kwame Mamdani es su nuevo alcalde. Socialista y musulmán. Con apenas 34 años, el joven irreverente acrecienta el quiebre del establishment político norteamericano. El presidente Trump lo atacó fuertemente durante la campaña. Resulta evidente que el perfil le es incómodo, sobre todo en una ciudad tan importante como Nueva York, que representa el centro financiero del país. Mamdani capitaliza el antagónico voto anti-Trump. Su perfil resulta una oportunidad para un Partido Demócrata desdibujado, descafeinado y sin identidad clara.
Mamdani es otra consecuencia más de la polarización. ¿Quién podría pensar que un candidato musulmán podría gobernar la ciudad luego del ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001? Ciertamente han pasado 25 años de la tragedia y el cambio generacional es un hecho. Sin embargo, el tiempo ha permitido el deshielo religioso, pero ha fortalecido el polo político. Tanto es así que su propuesta y su hiperliderazgo sobrepasan al partido, lo superan; de la misma manera que lo ha hecho Trump con el Partido Republicano.
Claro está, lo más importante para el neoyorquino promedio no son las creencias religiosas del recién electo, sino la propuesta económica cercana a los más pobres. Por ejemplo, transporte público gratis y supermercados subvencionados para los sectores más populares. En este sentido, la izquierda estadounidense respira con la elección de Mamdani; sobre todo el ala más radical del partido, que intenta llenar el vacío de liderazgo que padece el Partido Demócrata: esos que ven con buenos ojos el comunismo en Cuba y la causa palestina, entre otros fenómenos peligrosos. Esos que son detractores furibundos de Israel.
Luego de la victoria de Trump en 2024, cuadros políticos como el senador Bernie Sanders y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez han trabajado por desplazar al establishment demócrata y reemplazarlo por una propuesta más extremista. Ambos han aprovechado la polarización subiéndose al ring de la confrontación que plantea el propio Trump. Y en ese escenario, Mamdani aceptó el reto, respondió y ganó. En un contexto de polarización, el discurso del nuevo alcalde seguirá elevando el tono del debate. Su propuesta se aleja de los valores fundamentales de la identidad norteamericana que plantea Trump y, a partir de allí, el presidente norteamericano afianzará su estrategia de polarización.
Habiendo celebrado elecciones estatales y locales en seis estados, los demócratas tuvieron una noche sólida, manteniendo o recuperando el control en casi todas las principales ciudades. Un duro golpe para Trump y un leve reequilibrio en el mapa político luego de su victoria contundente un año atrás. Lo ocurrido representa un ejercicio de cara a las elecciones intermedias de 2026, que reconfigurarán el poder legislativo. Ante la gran bocanada de oxígeno que toma el Partido Demócrata, Trump redoblará la apuesta y se mantendrá fiel a su permanente táctica de polarización. Por su parte, Mamdani y compañía seguramente responderán en el mismo tono.
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