Neofascismo
Meloni guarda silencio sobre el acto neofascista en Roma ante las críticas de la oposición
El ex primer ministro Matteo Renzi y la líder del PD, Elly Schlein, cargan contra la presidenta del Gobierno por su mutismo sobre la concentración
Un millar de personas secundó en la noche del domingo una concentración neofascista en Roma. Unas imágenes del evento difundidas en redes sociales captaron a cientos de manifestantes vestidos de negro haciendo el saludo romano al grito de «presente» frente a la antigua sede del Movimiento Social Italiano (MSI, por sus siglas). Conmemoraban el aniversario de la denominada masacre de Acca Larentia de 1978, en la que fueron asesinados a manos de un comando organizado de extrema izquierda tres jóvenes militantes de las juventudes de la organización posfascista, Franco Bigonzetti, Francesco Ciavatta y Stefano Recchioni.
Casi 24 horas después del incidente, las autoridades no han condenado los hechos y el Gobierno de coalición encabezado por Giorgia Meloni, líder de Hermanos de Italia, un partido que hunde sus raíces en el MSI, ni siquiera se ha pronunciado. La actual primera ministra, quien llegó incluso a formar parte del ala juvenil de la formación neofascista, guarda silencio. Francesco Rocca, presidente de la región del Lacio, con capital en Roma, matizó que los saludos no tuvieron lugar durante el acto oficial, que había tenido lugar horas antes y cuyo «único propósito era recordar a las tres víctimas de los Años de Plomo», dijo en alusión a las décadas de los 60 a los 80 marcadas por numerosos atentados políticos en el país. «Si hubiera habido saludos romanos, no habría dudado en estigmatizarlos y distanciarme de ellos. Acusarme de haber dado cobertura institucional a reuniones fascistas es difamatorio», subrayó.
El mutismo de dos de los tres integrantes del Ejecutivo –La Liga de Matteo Salvini, ministro de Infraestructura y Transportes, tampoco ha comentado lo sucedido– ha desencadenado las críticas de la oposición. Antonio Tajani, cabeza visible del derechista Forza Italia tras la muerte de Silvio Berlusconi, ha sido el único miembro del Gobierno que ha condenado los hechos. «Somos una fuerza que ciertamente no es fascista, somos antifascistas. Los que se han comportado así deben ser condenados por todos, como deben ser condenadas todas las manifestaciones de apoyo a las dictaduras. Hay una ley que dice que en nuestro país no se puede hacer apología del fascismo, está prohibido por la ley», ha rematado el ministro de Exteriores.
«Roma, 7 de enero de 2024. Y parece 1924. Presentaremos una pregunta al ministro [Matteo] Piantedosi, lo ocurrido no es aceptable. Las organizaciones neofascistas deben ser disueltas, como dice la Constitución», denunció por su parte la secretaria general del Partido Democrático, Elly Schlein. «Si gritas “Viva Italia antifascista” en el teatro te identifican, si vas a un mitin neofascista con saludos romanos y pancartas no. Piantedosi aclara cómo puede suceder esto. ¿Y Meloni no tiene nada que decir?», tuiteó la líder de los socialdemócratas.
También Enrico Borghi, senador del centrista Italia Viva, aseguró que «esta imagen parece fechada hace exactamente cien años, en 1924, y en cambio es de anoche», mientras que la secretaria de Más Europa, Barbara Vecchietti, la definió como «una vergüenza inaceptable», informa Efe. Vecchietti añadió que Meloni, quien «desde hace años pide que se aclare el asesinato» de los tres jóvenes, debería «oponerse» a la «instrumentalización» de la masacre «para la habitual reunión extremista». En la misma línea se pronunció el líder del centrista Avanza, Carlo Calenda, quien describió los hechos como «una vergüenza en una democracia europea».
El ex primer ministro y presidente del populista Movimiento Cinco Estrellas (M5S), Giuseppe Conte, no condenó el acto, pero sí lo hizo su compañero de filas Sergio Costa, vicepresidente de la Cámara de Diputados: «Ver la imagen de lo ocurrido es estremecedor. Es inmediatamente necesario que el Gobierno se posicione y responda de forma contundente y decidida. Junto a la necesaria respuesta política, debe haber una judicial».
«Aquellos muchachos [en alusión a los militantes del MSI asesinados en Acca Larentia] merecen ser respetados y recordados, todas las víctimas de los terribles años 70 deben ser recordadas en perspectiva histórica. Pero estas escenas son inaceptables. El hecho de que se repitan a lo largo de los años no las justifica», remató por su parte el también ex primer ministro Matteo Renzi, actual líder de Italia Viva. «Hace un mes, un señor que gritaba “Viva Italia antifascista” en La Scala fue identificado por los DIGOS [la unidad de operaciones especiales de la Policía italiana]. Decidamos a qué juego se está jugando, o la impresión es que hay tolerancia hacia la apología del fascismo e intolerancia hacia los que gritan “Viva Italia antifascista” en La Scala».
Será precisamente la unidad policial de operaciones especiales la encargada de enviar un informe a la Fiscalía de Roma, recoge la prensa local. El expediente pasará en los próximos días a disposición de los magistrados, que deberán estudiar la apertura formal de una investigación. Estos actos neofascistas se han convertido en un problema serio para Meloni, que se ha visto obligada en varias ocasiones a poner tierra de por medio entre los nostálgicos del fascismo en Italia y su Gobierno. Los índices de aprobación del Ejecutivo cayeron hasta 10 puntos en su primer año en el Palacio Chigi, de acuerdo con el sondeo de Ipsos para el Corriere della Sera publicado a finales de 2023, y su índice de aprobación personal lo hizo aún más: 14 puntos.
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