Sucesos
El misterioso caso del marinero de la Royal Navy que desapareció en Gibraltar sin dejar rastro
Simon Parkes desembarcó en el Peñón junto a sus compañeros. Cuando estaban en la zona de los bares fue a por comida y nunca regresó
Gibraltar es un peñasco de piedra caliza y pizarra de unos 6 kilómetros de largo por 1,2 kilómetros de ancho. Parece difícil que alguien pueda desaparecer sin dejar rastro y que 37 años después el caso siga sin resolver.
Es el caso de Simon Parkes, un operador de radio de la Royal Navy de 18 años, nacido en Bristol, que llegó al peñón el 12 de diciembre de 1986 a bordo del portaviones HMS Illustrious, que realizaba una parada operativa después de una misión por Asia y Australia. Los mandos de la marina británica dieron permiso para desembarcar a los marineros, que aprovecharon para visitar la zona de copas del Peñón. En un momento de la noche, Parkes dijo que iba a por algo de comer y nunca regresó.
Al día siguiente se organizaron varias batidas para tratar de localizarle, pero no había ni rastro de él, por lo que el HMS Illustrious zarpó sin él dos días después.Con el paso de los años, el misterio entorno al caso ha ido aumentando y la familia no ha dejado de luchar por conocer la verdad.
En 2001 se produce un hecho que lo cambió todo y dio algo de esperanza a la familia, deseosa de conocer la verdad. Uno de los compañeros de Parkes, el suboficial Allan Grimson es declarado culpable de dos asesinatos y sentenciado a cadena perpetua. Grimson, que fue apodado como el "asesino Frankenstein" atraía a sus víctimas hasta su casa y las mataba a golpes con un bate de béisbol. Se sospecha que puede tratarse de un asesino en serie, con más de 20 homicidios a sus espaldas, pero sólo se han podido probar el asesinato en 1997 del marinero Nicholas Wright, de 18 años, y el de Sion Jenkins, un camarero de 20 años, un año después. A pesar de todo, Grimson siempre negó haber tenido algo que ver con el caso del joven de Bristol.
A lo largo de los años se han realizado varias búsquedas en Gibraltar, todas sin éxito. En 2003, los investigadores concluyeron que el joven había sido asesinado y buscaron en los cementerios del peñón. Cinco años después fue encontrado un esqueleto en la calle Europa Road y la investigación señaló a que podría tratarse de Parkes, pero fue descartado.
Como ocurre en muchas ocasiones, alguien ajeno a la Policía hace sus propias averiguaciones y logra abrir nuevas vías de investigación. Es el caso Ros Artengo, una periodista de la radiotelevisión pública gibraltareña (GBC), que hizo interesantes avances en el caso durante la preparación de un libro sobre el caso del marinero desaparecido.
Por ello, un equipo de ocho policías y militares se han desplazado al islote para examinar un "área potencial de interés" en el aparcamiento de Town Range -muy cerca de la calle de la zona en la que fue visto por última vez-, en el que ya se trabajó el pasado verano. En dichos trabajos, llegaron incluso a examinar unos viejos tanques de agua pero ningún resto del joven desaparecido. A pesar de no lograr resultados positivos, descubrieron un área de potencial interés que es la que han comenzado a examinar esta semana.
La madre de Simon, Margaret Parkes, de 78 años, que nunca ha perdido la esperanza de encontrar a su hijo, concedió una entrevista al diario "Mirror" en la que se mostraba esperanzada y cauta a la vez: "Hemos pasado por bastantes de estos momentos a lo largo de los años y solo esperamos que se encuentre algo esta vez, pero debemos tener cuidado para no llevarnos otra decepción”.
Margaret y su marido David también perdieron al hermano mayor de Simon, Derek, de 37 años, que murió en el año 2000 por una aneurisma cerebral: “Han pasado 37 años y hemos tenido que afrontar grandes dificultades. Siempre tienes la esperanza de que algún día llegue una carta o simplemente llame a la puerta. Al principio, la Marina pensó que Simon se había ausentado sin permiso, así que durante 13 o 14 años no tuvimos ningún apoyo ni información".
"No fue hasta la condena de Grimson cuando se descubrió que existía relación con el caso de nuestro hijo. Simon era el típico chico de 18 años, lleno de vida, no tenía enemigos y agradaba a todos. Ahora es el momento de encontrar respuestas”, añadió.
De no ser la búsqueda definitiva, sería un duro golpe para los Parkes que, además, ven como Grimson, de 66 años, está a punto de lograr la libertad condicional.
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