Guerra en Ucrania

Un muerto por cada metro conquistado: esta es la "teoría de la victoria" en la que confía Putin

El Kremlin refuerza su estrategia de conquistas continuas pero poco representativas de cara a una posible negociación. De paso, traslada el mensaje de que puede prolongar la guerra eternamente

Ucrania.- Al menos tres muertos y nueve heridos en un ataque ucraniano en la región de Donetsk
Ucrania.- Al menos tres muertos y nueve heridos en un ataque ucraniano en la región de DonetskEuropa Press

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, está convencido de que tarde o temprano se sentará a negociar el final de la invasión de Ucrania, iniciada hace 28 meses y en una situación de estancamiento sobre el terreno. Desde hace semanas las conquistas son mínimas, especialmente después de que el presidente Zelenski haya vuelto a recibir otro arsenal de armas ofensivas y defensivas para frenar el penúltimo arreón del Kremlin.

Lo que parecía inevitable -el cerco sobre la segunda ciudad del país, Jarkov- parece por el momento neutralizado, y Moscú se afana ahora en una guerra de conquistas palmo a palmo en la que poder vender cada día a su parroquia la conquista de una aldea, un cruce o un paso estratégico. En el mejor de los casos, una población mínimamente grande.

El coste de esta táctica es muy alto en vidas humanas, hasta el punto de que Rusia ha superado ya el medio millón de muertos. A cambio, los avances en el frente son continuos pero poco representativos.

Esta estrategia ha sido bautizada por el Institute for the Study of War como la "teoría de la victoria", y se basa en hacer avances progresivos en Ucrania, mínimos pero ininterrumpidos, que trasladan el desalentador mensaje de que el Kremlin puede mantener hasta el final de los tiempos la guerra basándose en que tiene una mayor capacidad que su enemigo para asumir las bajas.

El objetivo no es otro que el de cualquier enfrentamiento bélico: llegar a una hipotética negociación en una posición de fuerza y con las suficientes conquistas territoriales como para tener margen de renuncia. Cuantas más aldeas conquiste Moscú, a más de ellas podrá renunciar en una hipotética negociación que llegue después de la fallida cumbre de Ginebra.

En el fondo, el plan de Putin es forzar a Kiev a renunciar a al menos una de sus dos reivindicaciones: la entrada en la OTAN o la integridad territorial, creando una suerte de Paralelo 38 de las dos Coreas que consagre las conquistas ganadas sobre el terreno en el este.

El parte de guerra

Más allá de este objetivo a medio plazo, el parte de guerra de estos días habla de enfrentamientos en el sector de Járkov, concretamente en la localidad de Vovchansk, aunque sin apenas cambios en las últimas 24 horas. Más al sur, en Svatove, un ataque ruso ha permitido que su ejército gane unos metros en la zona de Stalmakhivka, según recoge la web especializada undefined

En el sector de Bakhmut, los combates siguen centrándose en las inmediaciones del canal de agua dulce, con las fuerzas rusas controlando una fracción cada vez mayor del «Microdistrito del canal», a la vez que buscando puntos de paso entre este y Kalinivka, en donde no consiguen afianzarse pese a sus esfuerzos.

Lo más relevante de la jornada, una vez más, ha tenido lugar en el sector de Avdiívka. Allí el Ejército ruso ha logrado avanzar nuevamente en dirección oeste tanto en Novooleksandrivka como en Sokil, localidades ambas que reclaman como suyas desde hace unas horas. De hecho, están avanzando también entre ambas poblaciones, a caballo de la vía férrea.