Crisis en Siria
Las protestas contra el régimen de Asad entran en su segunda semana
Las marchas fueron impulsadas inicialmente por el aumento de la inflación y la espiral económica del país devastado por la guerra
Por segunda semana consecutiva las calles de la localidad de Al Sueida, capital de provincia situada en el suroeste de Siria y bastión de la comunidad drusa, vuelve a registrar protestas contra el régimen autocrático presidido por Bachar el Asad. La oleada de descontento, que guarda cada vez más ecos con la revuelta de 2011, comienza poco a poco a diseminarse por otras zonas del país.
Al Sueida comenzó el pasado día 20 de agosto una huelga general días después de que la lira siria alcanzase las 15.000 unidades por dólar en el mercado negro, nuevo récord a la baja que supuso una caída del 50% en algo más de un mes, lo cual provocó una nueva subida de precios a la que el Gobierno sirio ha sido incapaz de poner coto, según información de EFE.
Pero, aunque el desencadenante de la oleada de protestas ha sido el descontento por el deterioro de la situación económica, los participantes en las concentraciones exigen sin temor la salida del presidente sirio, que gobierna el país de manera autocrática desde 2000 tras suceder a su padre. Este lunes, como lo han hecho en jornadas precedentes, exhibieron pancartas con el rostro del propio Bachar el Asad, sobre el que acabaron prendiendo fuego.
Los protagonistas de las inusuales protestas son fundamentalmente población drusa, una minoría religiosa considerada herética para los musulmanes —y étnicamente árabe— que representa entre el 3% y el 4% de la población siria, lo que suponen entre 600.000 y 700.000 personas.
Las imágenes tomadas por el colectivo de activistas locales Suwayda24 mostraba ayer a varios cientos de personas reunidas en una de las plazas céntricas de la ciudad ondeando las multicolores banderas drusas y cantando, entre otros eslóganes, «larga vida a Siria y abajo Bachar al Asad».
Además, un grupo de manifestantes irrumpió este domingo una la sede del Partido Baaz en la pequeña localidad de Melh. La protesta obligó a los empleados de la formación, sostén desde hace décadas del régimen autocrático de los Asad, a abandonar las instalaciones, que sufrieron diversos daños materiales. Los protagonistas de la acción denunciaron la actividad represora contra la población local de los representantes del partido en la zona. Asimismo, los participantes en las movilizaciones cortaron carreteras de la zona.
Las protestas contra han comenzado a rebasar la provincia de Al Sueida y alcanzaron a finales de la semana pasada la gobernación de Deraa, cuna de la revuelta contra Asad de 2011, además de las provincias de Alepo e Idlib, en el norte del país, y en las nororientales de Deir Ezzor, Al Raqa y Al Hasaka.
El bastión druso se revuelve contra el dictador
A diferencia de otras muchas regiones de Siria, la provincia de Al Sueida, epicentro de la nueva oleada de protestas populares contra el régimen de Asad, ha permanecido en manos del régimen desde las revueltas de 2011. Unas protestas que, en la estela de la Primavera Árabe, comenzaron de forma semejante a las registradas en las últimas semanas en esta provincia del suroeste sirio y acabaron derivando en una oleada represiva del régimen previa al estallido de un largo y doloroso conflicto bélico civil. La provincia de Al Sueida es bastión de la comunidad drusa de Siria, tradicionalmente apoyo del régimen del clan Asad. Al comenzar la guerra en 2011, los jefes religiosos drusos de Siria se posicionaron del lado del dictador, y fueron matizando con el paso del tiempo su posición hasta la neutralidad. Pero las cosas podrían estar comenzando a cambiar.
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