Rearme

La "pacífica" Canadá quiere 12 submarinos para patrullar el Ártico y luchar contra los buques de guerra de China y Rusia

Actualmente tiene cuatro sumergibles usados de Reino Unido que han pasado más tiempo en revisión y con problemas que navegando.

El submarino Corner Brook (SSK 878) de la Royal Canadian Army, de Canadá
El submarino Corner Brook (SSK 878) de la Royal Canadian ArmyRoyal Canadian Army

La carrera armamentística desatada por la invasión rusa de Ucrania parece que afecta a todos los países del ámbito occidental, incluida la "pacífica" Canadá, que ha decidido reemplazar los cuatro submarinos de fabricación británica que adquirió en 1999. La revista “Ottawa Citizen”, que cita fuentes de la industria militar y del propio sector, informa que la Royal Canadian Navy ha mostrado interés en comprar 12 submarinos nuevos a un costo de al menos 60.000 millones de dólares, una cifra que podría llegar a los 100.000 millones.

Los sumergibles ingleses que prestaban servicio eran antiguos y, para muchas situaciones, prácticamente inservibles. De hecho, Reino Unido se los vendió por 750 millones de dólares después de que fueran rechazados por Pakistán, Portugal y Chile. Tan mal estaban que han pasado más tiempo en dique seco que en el agua. Ottawa se ha visto obligada a invertir miles de millones de dólares en la flota durante más de dos décadas para abordar varios problemas e incidentes, como incendios y soldaduras defectuosas. También ocurrieron varios accidentes durante operaciones militares y pruebas en el mar.

Ya en el año 1987, el Libro Blanco sobre Defensa del Gobierno canadiense recomendaban la compra de 12 submarinos de propulsión nuclear capaces de navegar bajo el hielo y defender su soberanía en la región ártica. Sin embargo, la propuesta fue abandonada debido a una importante oposición tanto de la opinión pública como de los medios comunicación, pues rechazaban la opción nuclear y el enorme gasto que supondría.

Ante esta situación, Canadá optó por la opción de los cuatro viejos submarinos británicos diesel-eléctricos de la clase Victoria ​​(Upholder/submarinos clase Victoria/Tipo 2400). Debido a problemas técnicos recurrentes, estos submarinos han pasado más tiempo en el muelle o en dique seco que en el mar, a pesar de los importantes gastos de mantenimiento. En 2004, uno de estos viejos submarinos se incendió en su viaje transatlántico inaugural, dejando un muerto y varios heridos entre la tripulación. No se reintrodujo hasta 2015. En 2017, estos submarinos promediaron aproximadamente veinte días en el mar.

Desde entonces, según informa el medio "Frontier India", la situación ha mejorado, con un nuevo esfuerzo de financiación de 1.900 millones de dólares y los sumergibles pasaron 529 días en el mar, aunque el propio departamento de Defensa de Canadá informó que no se realizaron operaciones submarinas en 2019 o 2020.

Llegado a este punto, la necesidad de submarinos seguía insatisfecha. En 2017, un informe parlamentario canadiense resucitó la necesidad de adquirir las 12 unidades inicialmente previstas pero, en este caso, de propulsión convencional. El objetivo es contribuir a las "operaciones de alto nivel de la OTAN", argumentó el informe. Por lo tanto, el informe abogó por implementar un procedimiento de adquisición similar al de Australia, que acababa de seleccionar a Naval Group para proporcionar a la Royal Australian Navy 12 Shortfin Barracuda, con transferencias industriales y tecnológicas a la llave.

La Royal Canadian Navy tiene la intención de aprovechar la revisión en curso de la política de defensa de Canadá para al menos reemplazar sus cuatro submarinos de clase Victoria en un momento en que China está invirtiendo fuertemente en sus capacidades submarinas, así como Rusia, cuyos sumergibles vienen realizando cada vez más patrullas en el Atlántico Norte y el Océano Ártico.

En julio de 2021, el gobierno canadiense también inició un programa llamado "Proyecto de submarino de patrulla canadiense" para analizar las opciones disponibles y determinar sus necesidades específicas a fondo.

La Marina insta al gobierno a incluir la adquisición de submarinos en su política de defensa revisada. El periódico informa que en una conferencia de defensa en Ottawa el mes pasado, el Jefe del Estado Mayor de Defensa, el General Wayne Eyre, declaró que defendería los submarinos en nombre de la Armada.

El Ministerio de Defensa de Canadá no aceptó esta propuesta cuando se le solicitó. Según él, los submarinos son uno de los activos estratégicos más importantes de Canadá para brindar vigilancia en las vías fluviales canadienses e internacionales, especialmente en las aguas cercanas al Ártico.

Sin embargo, considerando que implementar tal estrategia podría tomar hasta quince años, la decisión de lanzar dicho programa debe tomarse lo más rápido posible. En un entorno económico y socialmente complicado, el objetivo es hacerlo aceptable para la población de Canadá.

Rob Huebert de la Universidad de Calgary opinó en las páginas del "National Post" que la situación financiera actual de Canadá es cada vez más precaria. También cree que la administración Trudeau “barrerá este asunto debajo de la alfombra”.