Reino Unido

Polémica en Reino Unido: la jefa de Gabinete del ‘premier’ laborista Keir Starmer cobra más que su jefe

El sueldo de Sue Gray, cuyo informe al frente de Scotland Yard sobre las fiestas en Downing Street durante la pandemia forzaron la caída de Boris Johnson, resiente la reputación del Ejecutivo

Sue Gray investiga las fiestas en Downing Street
Sue Gray, jefa de Gabinete del primer ministro británico Keir StarmerGov.ukGov.uk

El papel del asesor principal de un primer ministro incluye controlar el acceso al inquilino de Downing Street, ayudar a garantizar que las políticas del gobierno se pongan en práctica y, ante todo, solventar cualquier crisis. El problema viene cuando el propio asesor se convierte en el protagonista de esa crisis porque no augura nada bueno al jefe del Ejecutivo. Boris Johnson fue testigo de ello tras todos los escándalos de su gran gurú, Dominic Cummings, convertido luego en su peor enemigo. Y ahora ocurre lo mismo con Keir Starmer, cuya jefa de Gabinete, Sue Gray, no para de protagonizar titulares.

El último afecta a su sueldo, ya que, tras el último aumento, las 170.000 libras anuales que ahora percibe (alrededor de 203.000 euros), supera al salario del mismo primer ministro. No es por mucho. Se trata de alrededor de 3.500 euros más. Pero la convierten en la asesora mejor pagada de la historia del Reino Unido.

Según asegura una fuente anónima a la BBC, se sugirió que podría “querer pedir unos miles de libras menos que el primer ministro para evitar controversias, pero ella se negó". Desde Downing Street, sin embargo, aseguran que esta afirmación era “categóricamente falsa” y que Gray “no había tenido participación en ninguna decisión sobre su salario”.

Pero la cifra -que en cualquier caso iba a salir tarde o temprano a la luz al ser cargo público, y que está muy por debajo del salario de cualquier directivo de compañía privada o incluso de los propios presentadores estrellas de la BBC- no es el `quid de la cuestión´. La noticia se suma a las muchas filtraciones que están saliendo sobre Grey, presentándola como la culpable de relaciones conflictivas en la cúpula del gobierno, tan sólo dos meses después de que el Partido Laborista ganara las elecciones. “Habla de la forma disfuncional en que se está gestionando el Número 10: no hay juicio político, Sue se cree cada vez más importante, se considera la viceprimera ministra, y todo se maneja a través de ella”, apunta una fuente interna a la BBC.

Starmer ha salido en defensa de su asesora asegurando que los artículos que están publicando en los últimos días son “tremendamente erróneos”. Entre otros, se habla de una relación compleja con el secretario del Gabinete, Simon Case, y el jefe de estrategia, Morgan McSweeney.

El nombre de Sue Gray saltó a la luz pública en 2022 cuando, siendo una de las grandes responsables del cuerpo de funcionarios, se puso al frente de la investigación independiente sobre las fiestas ilegales realizadas en Downing Street en pleno confinamiento de pandemia bajo el gobierno de Boris Johnson, al que le culpó de “fallos de liderazgo”. La polémica del Partygate acabó forzando la dimisión del excéntrico político de melena albina alborotada.

Pero la controversia con Gray vino después, ya que, en 2023, tras más de tres décadas en la función pública, se unió como asesora principal a Keir Starmer, entonces líder de la oposición, lo que suscitó críticas por parte de los tories, acusándola que su informe sobre el "Partygate" no había sido objetivo.

Y desde entonces, Gray está en el ojo del huracán. Los continuos titulares que están saliendo en los últimos días, reflejan el nivel de malestar y enojo –justificados o no– que hay sobre ella y su papel en la cima del gobierno. Lo que no favorece al primer ministro, cuando está en la antesala de celebrar el congreso anual del Partido Laborista.

Una fuente gubernamental de alto rango le dijo a la BBC que las afirmaciones son “totalmente exageradas” y que “Sue está trabajando con equipos en todo el funcionariado y actúa con nada más que profesionalismo”. Pero otra fuente argumentó sobre el liderazgo de Gray: “Por muy malo que pienses que es, es peor”.

El aumento del salario de Gray se produce después de que el primer ministro firmara una reestructuración de los salarios de los asesores especiales poco después de asumir el cargo. Y la polémica viene porque otros asesores creen que están siendo mal pagados. Cada ministro del gabinete tiene al menos dos asesores especiales, muchos de los cuales también trabajaron con ellos cuando estaban en la oposición. Entonces, eran pagados por el Partido Laborista. La mayoría esperaba aumentos salariales al entrar en el gobierno sólo para descubrir que, de hecho, les pagarían menos. Muchos de los perjudicados culpan específicamente a Gray, aunque otros insisten en que el salario es un asunto de los funcionarios.