Amistades peligrosas

Por qué Berlusconi era "el primero de los cinco verdaderos amigos" de Putin

El líder ruso valoraba en el magnate italiano su "visión amplia y estratégica" y una buena conexión humana

FILE - Russian President Vladimir Putin, left, and Italy's Prime Minister Silvio Berlusconi at the NATO Russia summit in the Pratica di Mare Italian Air Force base on the outskirts of Rome, on May 28, 2002. Berlusconi, the boastful billionaire media mogul who was Italy's longest-serving premier despite scandals over his sex-fueled parties and allegations of corruption, died Monday, according to Italian media. He was 86. (Marco Merlini/LaPresse via AP, File)
Italy Berlusconi ObitASSOCIATED PRESSAgencia AP

La política, y los negocios, hacen extraños amigos. Eso lo sabía muy bien Silvio Berlusconi, que compartía una excelente amistad con Vladimir Putin, quien este martes, tras conocer la noticia de la muerte, ha declarado: "Para mí, Silvio fue una persona querida, un verdadero amigo. Siempre he admirado sinceramente su sabiduría, su capacidad para tomar decisiones equilibradas y con visión de futuro incluso en las situaciones más difíciles".

La admiración era mutua. El italiano elogiaba al mandatario ruso tanto que incluso defendió la postura del Kremlin cuando comenzó la invasión de Ucrania: "A Zelenski le bastaba con dejar de atacar a las dos repúblicas autónomas de Donbás y esto no habría ocurrido, así que juzgo muy negativamente el comportamiento de este señor”, dijo el fallecido ex primer ministro italiano.

Unos audios publicados el año pasado por la prensa italiana desvelaron la admiración de Berlusconi por el líder ruso: "Es una persona pacífica y sensata". El ex primer ministro italiano llamaba a Putin "el número uno de los líderes mundiales". Su descripción del ruso era muy diferente de la que conocemos: "Vladimir es exactamente lo contrario de la imagen que dan de él los medios occidentales. Es una persona muy sensible, de unos sentimientos muy profundos, siempre respetuoso con los demás".

El fundador de Mediaset reveló que el presidente ruso le envió por su cumpleaños "veinte botellas de vodka y una carta amabilísima". "Yo le he respondido con botellas de Lambrusco y una carta igualmente gentil". En el citado audio, Berlusconi llegó a decir: "Demasiado a menudo, oímos hablar de intervención con bombas nucleares. Que Dios nos salve y nos libere de este peligro. Ucrania incluso ha pedido entrar a la OTAN. Si se uniera a la OTAN, la guerra sería mundial".

El magnate aseguró en ese audio que el presidente ruso le considera "el primero de sus cinco verdaderos amigos". ¿Por qué era así? Matteo Re, profesor en la Universidad Rey Juan Carlos, asegura a LA RAZÓN que la amistad entre ambos era "una conexión más de simpatía personal que meramente política". Con la canciller Angela Merkel, en cambio, mantuvo una relación tensa y crispada. Nunca hubo empatía del italiano hacia la jefa de gobierno alemana.

Dario Quattromani, profesor adjunto de Ciencias Políticas en la Universidad Link Campus de Roma y en la Universidad Tuscia de Viterbo, asegura que la amistad entre ambos ya era muy estrecha incluso antes del año 2000, debido al papel de Putin en los años de la transición rusa. "Después, Berlusconi siguió su idea de la normalización del país en el mercado global tras observar los resultados después de 1993 permitiendo el nacimiento de la llamada Segunda República Italiana", explica el analista. Berlusconi pensó que podría ayudar a aplicar la misma receta de éxito en Rusia que él había seguido en Italia.

A priori, el mandatario ruso y el italiano eran muy diferentes. Putin, austero y recto, contrasta con la imagen que el propio Berlusconi ha cultivado de multimillonario parlanchín. El que fuera presidente del Milan reconoció que Moscú había sido durante muchos años un gran socio comercial de Italia, en especial en materia energética. "Pero Putin nunca ha pedido un favor y yo nunca le he pedido un solo favor", dijo en una ocasión para defenderse de las acusaciones de que en realidad lo que le unía al ruso eran los negocios. Los expertos hablan más de química como clave para explicar la relación de amistad entre ambos. Putin consideraba a su par italiano como "el último mohicano" de la política europea, un político atípico que no vive del corto plazo: "Tiene una visión amplia y estratégica", matizó.

En el pasado, el ex primer ministro italiano trató de forjarse un papel como intermediario entre Moscú y Occidente. En 2002, en una reunión que ambos tuvieron en Sochi, Berlusconi descolgó el teléfono para llamar al presidente de EEUU, George W. Bush, delante de Putin, para pedirle un acercamiento que culminó con la creación de un consejo OTAN-Rusia. Con el tiempo, Berlusconi llegaría a proclamar que esa aproximación entre ambas partes -ahora irreconciliables- era de lo que más orgulloso se sentía.

Durante la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, el inquilino del Kremlin sólo encontró un aliado en Europa: Berlusconi, que fue capaz de dejar esperando al Papa para ir a ver a su amigo ruso a Crimea justo cuando la comunidad internacional imponía duras sanciones contra Moscú. "Veo una falta total de liderazgo en Occidente", lamentó en aquel momento sobre la postura de EEUU y la Unión Europea.