Guinea Bissau
Los resultados de las elecciones legislativas en Guinea Bissau conceden un soplo fresco a su democracia
La coalición liderada por Domingos Pereira se ha alzado este jueves con la mayoría absoluta en la Asamblea Popular
La democracia puede apuntarse una victoria en Guinea Bissau. Las elecciones legislativas celebradas el pasado domingo y cuyos resultados fueron publicados este jueves son prueba de ello. Una nación que el Índice de Democracia de The Economist cataloga comouna “dictadura autoritaria”, y cuya posición en esta lista se encuentra por debajo de Vietnam, Cuba o Arabia Saudí, ha escalado puestos esta última semana en la asignatura de las libertades.
Los resultados electorales concedieron la mayoría absoluta a la Coalición Plataforma Alianza Inclusiva – Terra Ranka (PAI –Terra Ranka), liderada por Domingos Pereira, con 54 escaños de los 102 que posee la Asamblea Nacional. El partido del presidente del Gobierno actual, Sissoco Embaló, se tuvo que contentar con 29 escaños frente a los 27 que tenía en el ciclo legislativo anterior. Gana la democracia y pierde Embaló. El presidente disolvió la Asamblea Nacional en mayo de 2022 alegando “diferencias irresolubles” entre el Gobierno y la mayoría de la cámara, y también como respuesta a la corrupción que salpicaba a varios diputados.
Miles de personas se han reunido en Bissau frente a la sede del PAIGC, partido mayoritario dentro de la coalición PAI-Terra Ranka, para celebrar una victoria que arroja un rayo de esperanza sobre el futuro guineano. Pese a la presencia de 200 observadores internacionales, 114 de ellos procedentes de la Unión Africana, existían serias dudas sobre la veracidad del proceso y cierto recelo por parte de los ciudadanos entrevistados por este periódico, pero finalmente parece que los temores, aunque fundados, han terminado por no cumplirse. Queda por saber cómo reaccionará Embaló ante su derrota.
Dos meses después de la disolución de la Asamblea Nacional, LA RAZÓN entrevistó a Domingos Pereira para conocer su opinión al respecto. El líder de la oposición confirmó entonces que “la democracia en Guinea Bissau está enferma y sufre grandes riesgos”, acusando a Embaló de “destruir las instituciones que le conceden el poder”. Igualmente, consideró que los desacuerdos dentro del parlamento que alegaba Embaló no dejaban de ser un síntoma de salud democrática, mientras que su disolución no hacía más que “devolver los problemas a la sociedad”.
El discurso de Domingos ha triunfado sobre los actos de Embaló. Cabe a recordar que el actual presidente guineano fue investido de forma no oficial en una suerte de pantomima celebrada en el Hotel Azalai y que un contingente de militares senegaleses y nigerianos patrullan las calles de la capital (sin que se diera nunca el consentimiento de la Asamblea Nacional para permitir su entrada en el país) con el fin de garantizar su permanencia en el poder.
La población guineana, que suele disfrutar de conversaciones políticas con amigos y familiares, prefiere en los últimos años guardar silencio por temor a las posibles represalias que puedan acontecer desde el Gobierno. Desde que Sissoco tomó el poder, se han registrado ataques contra figuras de la oposición e incluso aconteció un supuesto conato de golpe de Estado en 2022 que finalmente se quedó en nada, aunque hoy es para los guineanos un día de libertad de expresión, ilusión y jolgorio colectivo. La presidencia de Sissoco Embaló puede haberse complicado con una mayoría opositora en la Asamblea Nacional, pero también tiene razones para estar contento: la democracia guineana ha salido fortalecida gracias a su derrota.
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