Prensa
Rusia mantiene en prisión al periodista del «WSJ»
Un tribunal de Moscú rechaza el recurso de Evan Gershkovich, acusado de espionaje
No hubo sorpresas. El periodista del diario estadounidense del «Wall Street Journal» Evan Gershkovich seguirá en prisión, al menos hasta el 29 de mayo después de que el tribunal de Moscú encargado de su caso rechazara este martes la apelación preparada por su abogado. Era de esperar la negativa del juzgado a su puesta en libertad, aunque, según el escrito preparado por el abogado del corresponsal, se solicitaba, además de la libertad bajo fianza, la posibilidad de que Gershkovich, de 31 años, continuara su privación de libertad bajo arresto domiciliario.
Con la decisión del tribunal, el periodista seguirá encarcelado en el mismo centro en donde se encuentra, descartando posibles traslados. La de ayer supuso su primera aparición pública tras la detención ocurrida hace ya casi tres semanas. Se vio a Gershkovich aparentemente tranquilo dentro de una celda de cristal, en unas imágenes difundidas por la televisión rusa, que ha venido informando del caso desde que se produjo.
La embajadora norteamericana, Lynne Tracy, acudió a la vista tal y como habían informado previamente fuentes estadounidenses. Este mismo lunes, la diplomática pudo visitar por primera vez a su compatriota desde que fuera detenido el pasado día 29 de marzo. La representante de Washington, que exige la puesta en libertad del periodista, declaró que Gershikov «goza de buena salud».
El periodista lleva cinco años en la capital rusa ejerciendo su labor como periodista "freelance". Es hijo de emigrantes que salieron de la Unión Soviética y habla ruso. Poco antes de la puesta en marcha de la «operación especial» lanza por el Kremlin en Ucrania el 24 de febrero de 2022, Gershkovich ya trabajaba para el «Wall Street Journal».
Según la información publicada por el Kremlin, el corresponsal «fue pillado con las manos en la masa» mientras ejercía labores de espionaje en la ciudad de Ekaterimburgo y la acusación ejercida por el fiscal podría costarle una condena de hasta 20 años.
En la mente de todos está el caso del ex marine estadounidense Paul Whelan, arrestado en 2018 y encarcelado durante año y medio, que fue condenado a 16 años de prisión en junio de 2020 por espionaje. Analistas creen que el corresponsal podría ser usado como moneda de cambio, siguiendo los pasos de la baloncestista norteamericana Brittney Griner, detenida en febrero de 2022 por llevar 0,7 gramos de aceite de cánnabis y condenada a nueve años de prisión, que el 8 de diciembre del año pasado fue puesta en libertad tras ser canjeada por el traficante ruso Viktor Bout, detenido en EE UU.
Las autoridades rusas lo han acusado de recabar información siguiendo instrucciones de Estados Unidos en relación con las actividades de empresas rusas vinculadas al sector militar. No obstante, el Gobierno estadounidense ha tildado esta detención de ilegal, mientras que Moscú ha descartado por completo cualquier tipo de intercambio de prisioneros.
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