Asia
Tigres y dragones no serán los campeones: el gran fiasco internacional de India y China
Son dos súper potencias demográficas, militares y económicas, pero acumulan fracaso tras fracaso en el fútbol
Son dos potencias económicas, están los primeros en la carrera espacial a la Luna, tienen un peligroso potencial militar y, sobre todo, son los dos países más poblados del mundo. Pero son incapaces de meter un gol y mucho menos de ganar un partido.
El gran fracaso internacional de India y China no es ni político, ni económico ni militar. Es futbolístico. Entre los dos suman 2.800 millones de personas. Allí ha nacido más de un tercio de los habitantes del planeta, y por tanto, siguiendo la proporción, potenciales estrellas del fútbol.
Pero los tigres azules, como se conoce a la selección india, y los dragones, el apodo del combinado chino, no asustan a nadie. De hecho, en la reciente Copa de Asia de fútbol ambas selecciones han quedado eliminadas en la primera fase. Los inofensivos felinos indios han perdido los tres partidos y han sido incapaces de meter un gol. En la patria de los dragones la cosa no ha ido mucho mejor, con dos empates a cero y una derrota.
Miedo al poder militar chino
Y, sin embargo, son dos potencias económicas y políticas. En el caso de China, la inocencia de sus delanteros contrasta con el miedo que produce su ejército, en permanente estado de saltar sobre Taiwán para anexionarse el país (especialmente tras las últimas elecciones en la isla) y con amenazas constantes en el Mar de China.
Por lo que respecta a India, además de la economía de moda es una potencia nuclear con una inestable vecindad con la también atómica Pakistán. El último desafío del gobierno nacionalista de Narendra Modi ha sido la inauguración de un polémico templo dedicado a la deidad hindú Ram en Ayodhya en el mismo lugar donde antes había una mezquita que fue demolida.
¿Por qué estas dos superpotencias son incapaces de subirse al tren del deporte rey, sin duda el mejor escaparate mundial, y acumulan fracaso tras fracaso?
India tiene otras prioridades
En el caso de India (que no ha jugado ningún Mundial y solo tiene un subcampeonato de la Copa de Asia en su palmarés), los expertos apuntan a tres factores: una inversión insuficiente, la falta de ritmo competitivo y las estrictas leyes que impiden el crecimiento de este deporte, que no es ni mucho menos mayoritario.
El país más poblado del mundo ocupa el puesto 102 en el ranking de la FIFA, una mochila que desanima a las autoridades futbolísticas del país, que evitan organizar partidos de cierto nivel para evitar humillaciones. Otro problema, según el análisis que realizaba estos días la agencia Efe, era que la Federación rechaza las nacionalizaciones de jugadores, una práctica habitual en el resto de países, o la convocatoria de futbolistas de origen indio pero nacidos en otros países.
Por último, el deporte rey en el mundo no lo es en la India, donde manda el críquet, por lo que hay un problema evidente de falta de inversión. Los aumentos en el presupuesto de los últimos años han sido, a todos los efectos, insuficientes.
Problemas con los deportes de equipo
En el caso de China sí ha habido un intento de crear, a golpe de talonario, una liga de fútbol doméstica competitiva, siguiendo el ejemplo de lo que ha hecho Arabia Saudí. La empresa ha sido un fracaso, las grandes estrellas han preferido los petrodólares y los que dieron el salto a la Superliga china (el ex atlético Yannick Carrasco entre ellos) juegan en un campeonato de segundo nivel y en un país que prefiere seguir a las estrellas de los equipos europeos.
El segundo hándicap del fútbol chino está en la propia mentalidad deportiva de las autoridades del país, que prefieren potenciar los deportes individuales a los de equipo. De hecho, el caso del fútbol no es una excepción y es raro encontrar combinados nacionales chinos en los primeros puestos.
En su lugar, se potencia a los gimnastas, natación, bádminton, halterofilia, atletismo, tiro, boxeo o ciclismo, especialidades en las que hay muchas categorías y las posibilidades de ganar una medalla son mucho mayores. Por la misma inversión se consiguen mejores resultados.
De hecho, de las 88 medallas logradas en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 solo una (Baloncesto 3x3) fue de un selección de deportes de equipo como tal.
Tanto chinos como indios seguirán cosechando alegrías deportivas, económicas o políticas en los próximos años. Pero no será, previsiblemente, gracias a sus futbolistas
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