Segundo encuentro desde enero
Trump, Netanyahu y la paz en Gaza
Tel Aviv promete eliminar los aranceles y Washington su respaldo táctico en la Franja de Gaza
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump y su homólogo israelí, el primer ministro Benjamin Netanyahu, se reunieron ayer en Washington justo cuando están por entrar en vigor los nuevos aranceles que, como a casi todos los países del mundo, también afectarían a Israel. Ambos mandatarios discutieron este tema, así como también hablaron de las últimas operaciones militares israelíes en Gaza.
En referencia a los aranceles, el panorama previo al encuentro estuvo marcado por las caídas de indicadores como el Nasdaq, el S&P 500 y el Dow Jones, que mostraron una fuerte volatilidad este lunes tras dos días consecutivos de pérdidas la semana pasada, la mayor caída en dos días del mercado bursátil desde la pandemia en marzo de 2020.
Netanyahu, al igual que otros líderes mundiales, buscaba evitar que su país sea afectado por los nuevos aranceles. Afirmó que su país va «eliminar los aranceles» y «una variedad de barreras comerciales» para las importaciones estadounidenses. Estados Unidos impondrá aranceles del 17 % a las importaciones provenientes de Israel, con efecto a partir del miércoles. Esta es la segunda visita de Netanyahu a la Casa Blanca desde que Trump asumió el cargo en enero. En paralelo, Trump respaldó su propuesta sobre la «Riviera gazatí». El magnate insistió en que en que sería «algo bueno» que fuerzas estadounidenses controlasen la Franja de Gaza. Dos declaraciones que dejan clara la luna de miel entre ambos mandatarios.
La última vez que Netanyahu visitó a Trump fue en febrero, y desde entonces el frágil alto al fuego entre Hamás e Israel se ha roto, haciendo que el ejército renueve su ofensiva militar en la Franja de Gaza. La invitación de Trump llegó después de una llamada telefónica el jueves entre ambos líderes. Netanyahu planteó el tema de los aranceles durante la conversación y luego informó que había decidido eliminar los aranceles restantes sobre las importaciones provenientes de EE UU. El acuerdo de libre comercio entre ambos países, firmado hace cuatro décadas, garantiza que alrededor del 98 % de los productos estadounidenses ingresen a Israel libres de impuestos.
También estuvo en la agenda el estancamiento en los esfuerzos por alcanzar un nuevo acuerdo de alto el fuego en Gaza y la devolución de los rehenes israelíes en manos de grupos palestinos. Israel reanudó sus ataques sobre Gaza el mes pasado, rompiendo una tregua de corta duración con el grupo palestino Hamás.
En medio del complicado panorama en Oriente Medio, Trump también ha presionado a Irán para que entre en negociaciones sobre un nuevo acuerdo relacionado con su programa nuclear. Irán ha dicho que estaría dispuesto a mantener conversaciones indirectas, algo que no es del agrado de Israel.
Durante décadas, países occidentales liderados por EE UU han acusado a Teherán de buscar desarrollar armas nucleares. Irán rechaza esas acusaciones y afirma que sus actividades nucleares tienen fines exclusivamente civiles. Esa retórica ha generado preocupación entre los socios del Golfo de EE UU. De hecho, «Middle East Eye» (MEE, por sus siglas en inglés) reveló recientemente que Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Kuwait han informado a EE UU que no permitirán que su espacio aéreo o su territorio sean utilizados como plataforma para atacar a Irán, incluso para operaciones de reabastecimiento y rescate, según afirmó un ciudadano estadounidense. Otra fuente había contado a MEE que Israel está preparado para bombardear Irán sin la ayuda de Estados Unidos. Afirmó que los recientes ataques israelíes en Siria parecen estar sentando las bases para atacar allí sin usar el espacio aéreo del Golfo. En una señal de alarma dentro del círculo cercano de Trump, el comentarista conservador Tucker Carlson escribió el lunes, antes de la visita de Netanyahu, que «este es el peor momento posible para que Estados Unidos participe en un ataque militar contra Irán». «No podemos permitirnos eso. Miles de estadounidenses morirían. Perderíamos la guerra que seguiría. Nada sería más destructivo para nuestro país», afirmó. Durante la última visita de Netanyahu a la Casa Blanca, Trump presentó su plan para que EE UU tomase el control de la Franja de Gaza y expulsara por la fuerza a sus habitantes palestinos. En su momento, el plan fue criticado por los socios árabes más cercanos de EE UU, pero envalentonó al movimiento de colonos israelíes, que llamó a la expulsión de los palestinos, algo que no está claro si fue mencionado ahora en la reunión. Trump ha respaldado públicamente los ataques de Israel en Gaza y no ha expresado preocupación alguna por la consolidación de la presencia israelí en el enclave.