Irán

Turquía acalla a los críticos con la «Operación Rama de Olivo»

La ofensiva turca sobre la región kurdo-siria de Afrin deja ya 5.000 civiles desplazados

Soldados turcos sobre sus carros de combates, ayer en Hatay, en la frontera
Soldados turcos sobre sus carros de combates, ayer en Hatay, en la fronteralarazon

Hace unos días, el presidente turco, Recep Tayip Erdogan, auguró una ofensiva relámpago en el cantón kurdo-sirio de Afrin, pero la situación sobre el terreno pronostica una larga y sangrienta batalla.

"Llevaremos esta operación hasta la victoria. "Continuaremos nuestra lucha hasta que acabemos contra el terrorismo", reafirmó ayer el mandatario turco.

La firme decisión de Erdogan de demoler “la amenaza” que representa para la seguridad de Turquía las milicias kurdas de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) deja, inevitablemente, poco camino a la diplomacia.

A pesar de los llamamientos internacionales de contención y de alto el fuego a Turquía, la operación “Rama de Olivo”, que ayer entró en su cuatro día, ha dejado ya cerca de un centenar de muertos, de los que al menos 27 son civiles.

La ofensiva turca ha provocado el desplazamiento de al menos 5000 civiles en Afrin. El enclave kurdo, que hasta ahora era una de las zonas más estables de Siria, acoge ya a cientos de miles de sirios que han huido de guerra Siria. Si persisten los bombardeos turcos contra Afrin podría provocar una nueva crisis humanitaria, y de nuevo los cientos de miles de sirios que se refugian allí se verían obligados a desplazarse de nuevo.

Sorprende la tibieza diplomática EEUU ante esta ofensiva ya que Turquía está atacando a sus únicos aliados en Siria, las milicias kurdas del YPG.

El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, James Mattis, urgió ayer al Gobierno turco a “moderar” su ofensiva militar en territorio sirio, mientras que Irán y Rusia han instado a Erdogan a regresar al camino de las negociaciones para una solución política en Siria.

Los kurdos de Siria se sienten decepcionados con la administración Trump ya que creían tener el apoyo de Washington en su proyecto nacionalista y no dejarían a Turquía atacarles.

El Ejército turco, apoyado por 25.000 combatientes del Ejército Libre Sirio (ELS), aliados de Ankara y opositores a Damasco, han penetrado hacia la región de Afrin donde han avanzando 8 kilómetros en el enclave kurdosirio. El ELS ha recuperado una docena de poblaciones en los alrededores de la ciudad kurda sitiada, y los combates se situaban ayer en las localidades sirias de Qustul Yandu, Balia, Qana, Adamanli, Kada Amra y Hamam, cerca de la frontera.

Ante el avance turco, las milicias kurdas llamaron a la población a tomar las armas para defender el enclave de Afrin.

Según Turquía, la operación que se está llevando a cabo busca establecer una zona de seguridad de 30 kilómetros de ancho desde la frontera, para proteger a los civiles sirios de “la opresión y la crueldad de los terroristas”. Pero a estas alturas nadie duda de que el objetivo es impedir a toda costa la creación de un corredor kurdo en la frontera.

Analistas estiman que sólo con el aval de Rusia, Turquía pudo lanzar una ofensiva terrestre en Siria. Aunque los Turcos y los rusos son rivales políticos en Siria, pues Moscú apoya al régimen de Bashar al Asad, y Ankara a los rebeldes moderados del ELS, ha habido un acercamiento político entre ambos en el último año para buscar una salida a la guerra siria.

Además, teniendo en cuenta que la batalla se está librando en tierras que son territorio de Siria, Ankara debería de haber obtenido el visto bueno de Damasco para poner botas y armamento pesado en Siria.

El régimen sirio parece estar sacandole el mejor partido a la “Operación Rama de Olivo” ya que sin tener que arriesga su Ejército conseguirá un debilitamiento de los grupos rebeldes proturcos y las milicias kurdas proestadounidenses, ambas contrarias al Gobierno sirio y fortalecer la posicione de Damasco en las futuras negociaciones de paz.

Mientras se suceden los entre el ELS y los kurdos, el Ejército sirio está avanzando sobre la provincia de Idlib, ocupada hasta ahora por insurgentes cercanos a Al Qaeda.

La ofensiva militar ocurre en paralelo con la represión en Turquía contra los internautas sospechosos de realizar "propaganda terrorista". Cerca de un centenar de personas han sido arrestadas desde el lunes por comentar el operativo militar en redes sociales, y se han prohibido las manifestaciones, mientras dure la operación turca contra los kurdos en el norte de Siria.

El veto a las manifestaciones ha sido justificado por motivos de seguridad. “Durante estos actos (protestas), organizaciones terroristas pueden llevar a cabo ataques y otras acciones contra los participantes y nuestros ciudadanos”, declaró la Gobernación de Ankara en un comunicado en su página web.