Plan de paz
Ucrania resiste en el frente ante Rusia y en la mesa ante Estados Unidos
Kiev asegura que se van a escuchar sus principales "prioridades", mientras Washington tilda las negociaciones de "las más productivas e importantes" hasta ahora
Ucrania se muestra esperanzada ante las negociaciones que comenzaron este domingo en Suiza entre las delegaciones ucraniana y estadounidense, mientras continúan los intensos combates y los ataques rusos contra zonas civiles.
«La delegación ucraniana está trabajando hoy en Ginebra para encontrar soluciones viables que permitan poner fin a la guerra, restaurar la paz y garantizar una seguridad duradera», informó el presidente Volodímir Zelenski, mientras que su representante, Andrí Yermak, calificó las primeras reuniones de «muy productivas».
«Ahora existe la comprensión de que las propuestas estadounidenses pueden tener en cuenta una serie de elementos basados en la visión ucraniana y que son críticamente importantes para los intereses nacionales de Ucrania», subrayó Zelenski, tras días de ansiedad provocados por el ultimátum de Washington para aceptar un acuerdo que supondría la pérdida de territorio en Donetsk y dejaría a Rusia libre de toda responsabilidad por su invasión.
«Las propuestas actuales, aunque aún no están ultimadas, incluyen muchas de las prioridades ucranianas», declaró Rustem Umerov, jefe del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional del país y miembro de la delegación.
Las conversaciones de Ginebra han sido «las más productivas e importantes desde que estamos involucrados en este proceso», afirmó también el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, que forma parte de la delegación de EE.UU. junto con el enviado especial Steve Witkoff y el secretario del Ejército, Dan Driscoll.
Subrayó que las partes lograron «un progreso significativo» al revisar algunos puntos del plan y que están trabajando actualmente en «algunas de las propuestas que nos han sido presentadas»: «Estamos introduciendo algunos cambios con la esperanza de seguir reduciendo las diferencias y acercarnos a algo que sea aceptable tanto para Ucrania como, obviamente, para Estados Unidos».
Ni Zelenski ni Rubio revelaron, sin embargo, detalles sobre qué consideraciones ucranianas han sido tomadas en cuenta, mientras Kiev busca garantías tangibles contra una nueva agresión rusa.
Según informaciones aparecidas en medios estadounidenses, el plan de 28 puntos, que refleja numerosas preferencias rusas, fue elaborado por el enviado de Donald Trump para Rusia, Steve Witkoff, y el yerno de Trump, Jared Kushner, durante la visita de varios días del enviado ruso Kiril Dmítriev a Florida en octubre.
Reflejo de la fragmentación y la competencia interna en el Gobierno de Trump, el secretario de Estado Marco Rubio aparentemente no conocía el documento y el propio presidente lo aprobó tras recibir la versión final. Sin embargo, antes de partir hacia Ginebra y tras comentarios de algunos senadores estadounidenses, Rubio insistió en X en que el plan había sido redactado por Washington.
La única «garantía» que EE.UU. parece ofrecer a Ucrania, escribe el analista militar Mikola Bielieskov, es la creencia de Donand Trump que “amigo Vladímir” no se atreverá a traicionar al líder estadounidense si al final hay un acuerdo de paz.
Para lograr un acuerdo más favorable, Ucrania vuelve a apoyarse en el respaldo de otros líderes europeos que desean asegurarse de que el país que ha resistido casi cuatro años contra Rusia no sea derrotado. Los países europeos y otros que forman parte de la Coalición de los Dispuestos se reunirán al inicio de la semana para coordinar los próximos pasos, informó el presidente Zelenski.
Según Bloomberg, el requisito clave en la alternativa europea al plan estadounidense es que Ucrania reciba fuertes garantías, equiparables a las que tienen los países de la OTAN en caso de ataque. Estados Unidos recibiría una «compensación» por tales garantías, aunque no se especifica su forma. Además, los europeos proponen que los activos rusos congelados se utilicen para reconstruir Ucrania y compensar las pérdidas ocasionadas.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, comunicó oficialmente los principios clave que la UE defenderá en el marco de las negociaciones. «Primero, las fronteras no pueden cambiarse por la fuerza. Segundo, como nación soberana no puede haber limitaciones a las fuerzas armadas de Ucrania que dejen al país vulnerable a futuros ataques y, con ello, también pongan en riesgo la seguridad europea», subrayó su declaración.
Von der Leyen destacó también el papel central de la UE en la consecución de una paz en Ucrania que respete la elección soberana de su pueblo de adherirse al bloque, al tiempo que exigió garantizar el retorno de decenas de miles de niños ucranianos secuestrados por Rusia. Representantes de Francia, Alemania y el Reino Unido están presentes en las negociaciones de Ginebra.
El canciller alemán, Friedrich Merz, declaró el domingo que es escéptico sobre la posibilidad de alcanzar un acuerdo sobre el plan antes del jueves, fecha que parece ser el plazo impuesto por Washington. Expresó la necesidad de fuertes garantías de seguridad para Ucrania y su esperanza de que se logre algún progreso y de que todas las partes puedan acordar al menos una condición del posible acuerdo.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, por su parte, volvió a acusar a Ucrania de ingratitud, afirmando que su país sigue vendiendo muchas armas a Kiev, mientras criticaba a Europa por continuar comprando petróleo ruso.
Trump no mencionó a Rusia ni a su líder, Vladímir Putin, mientras los ataques contra Ucrania prosiguieron sin pausa. Solo en Donetsk y Jerson, 20 civiles han muerto en el último día. El número de víctimas del reciente ataque contra Ternopil aumentó a 33, tras completarse las tareas de desescombro sin hallar a seis vecinos desaparecidos de dos edificios residenciales incendiados por misiles rusos. Catorce residentes de Dnipro, ciudad del centro del país, resultaron heridos el domingo, mientras Kiev volvió a reclamar más defensas antiaéreas para Ucrania.
Bombas y drones rusos siguieron cayendo sobre las zonas del frente donde las fuerzas rusas continuaron intentando avanzar en Pokrovsk, Kupiansk y otros sectores del extenso frente. Aunque Moscú ha proclamado la captura de ambas ciudades, los combates siguen siendo intensos en las dos, con Ucrania frustrando los planes rusos. En Pokrovsk, los contraataques ucranianos prosiguen en el centro de la ciudad y han causado casi 400 bajas enemigas desde noviembre. En Kupiansk, también infiltrada por infantería rusa, Ucrania ha logrado replegar a las fuerzas rusas en algunas zonas de la ciudad y ha cortado gran parte de su logística.
«Hay unos 40-50 rusos en la ciudad, pero se esconden en los sótanos, mal abastecidos y sin poder evacuar a sus heridos», declaró Anatoli Repsh, sargento jefe de batallón, que añadió que el 75% de la infantería enemiga va eliminada por los drones, artillería y minas ucranianas en los intentos de avance en las zonas cercanas.
Al proclamar éxitos no confirmados, Rusia busca imponer la narrativa de que su victoria es inevitable y de que Ucrania debe verse obligada a ceder territorio y aceptar los ultimátums rusos, señalan los analistas. Sin embargo, en Kupiansk Ucrania está revirtiendo con éxito los avances rusos previos, pese a las carencias de efectivos y armamento.
Los límites al ejército ucraniano previstos en el plan estadounidense, junto con la ausencia de restricciones al potencial militar ruso, «debilitarán a la víctima de la agresión y fortalecerán al agresor, creando espacio para futuras agresiones», advirtió Olexandra Matviichuk, Premio Nobel de la Paz 2022 de Ucrania.
«El plan no prevé ninguna consecuencia negativa para la agresión, sino que ofrece amnistía para los crímenes de guerra cometidos por Rusia, legitimando tales acciones y animando a Rusia a hacer la guerra a otros países en el futuro», subrayó al preocuparse también por el destino de miles que viven bajo ocupación rusa. «Este precedente sentará sin duda un ejemplo para otros países y socavará la frágil estabilidad mundial», advirtió Matviichuk.
ahora a sus salas mientras trabajamos en algunas de las sugerencias que se nos han planteado.Así que estamos llevando a cabo algunos cambios y ajustes con la esperanza de avanzar y reducir las diferencias para acercarnos a algo con lo que tanto Ucrania como, obviamente, Estados Unidos se sientan muy cómodos", agregó.