Política

Represión en Venezuela

“Van a venir días duros por culpa del régimen”

Guaidó anuncia ante miles de personas que la próxima marcha llegará al palacio de Miraflores

Un miembro de la oposición celebra el éxito de la protesta de ayer entre varios policías / Reuters
Un miembro de la oposición celebra el éxito de la protesta de ayer entre varios policías / Reuterslarazon

Guaidó anuncia ante miles de personas que la próxima marcha llegará al palacio de Miraflores.

Tras el apagón eléctrico, las calles de Caracas fueron escenario ayer de nuevas protestas. La oposición convocó vía redes sociales a una concentración con Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional que reclama el poder ejecutivo del país, que no estuvo exenta de problemas.

Al menos unas 10.000 personas acudieron, muchas menos que en ocasiones anteriores. «Me enteré por porquito porque nunca tuve señal en el celular para ver nada», dijo Mónica Guzmán en la marcha. Junto a ella otros tantos alzaban su voz por lo que consideran son condiciones indignas de vida. «Sin luz, sin comida, sin seguridad, pero con dictadura. Eso es lo único que nos ofrece el chavismo. Ya basta. Esto tiene que terminar», completaba Rafael Figuera.

No solo la desinformación fue un escollo, también la acción represiva del Estado. El punto final de la concentración era en el municipio Libertador de Caracas, gobernado por una alcaldesa del partido oficial. Es «territorio chavista» según la narrativa oficial, además muy cerca de la cárcel El Helicoide, que controla la policía política del Sebin. Por eso desde muy temprano contingentes de la Policía Nacional Bolivariana se apostaron en el lugar para impedir que llegaran los opositores.

Hubo forcejeos, gases lacrimógenos, golpes, pero no arrestos. Al menos no en la mañana, pues durante la madrugada quienes instalaban la tarima donde hablaría Guaidó fueron detenidos y encarcelados.

El presidente interino ya había anunciado por Twitter que no se dejarían dominar por el miedo ni por el desgaste. Al comenzar su discurso reiteró el mensaje, pero superando otro obstáculo: un nuevo apagón dejó sin servicio eléctrico Caracas durante más de tres horas. No se pudo usar ningún sistema de sonido para amplificar sus palabras. Usó un megáfono.

«Comparto la frustración que sentimos. Yo también he perdido familiares por falta de medicamentos, pero no podemos ser víctimas del desespero ni de la frustración», dijo Guaidó antes de añadir que solicitar una asistencia militar extranjera –una potestad que asegura tener como jefe del parlamento y encargado de Ejecutivo–, pudiera ocurrir «cuando llegue el momento». «Hemos estado evaluando todas las opciones para lograr los objetivos de este movimiento. Vengo a pedirles confianza. No podemos ser víctimas de la desinformación».

Guaidó anunció que próximamente la oposición deberá ir hasta el centro del poder, para ello pretende movilizar a personas desde todo el país hacia Caracas, iniciando desde ya una gira nacional de los diputados. «Van a venir días duros por culpa del régimen. Debemos estar unidos y movilizados».

En el centro de la ciudad estaba concentrado el chavismo. Allí reclamaban respeto a la soberanía, al cumplirse cuatro años desde que Obama decretó que Venezuela es una «emergencia inusual y extraordinaria» para Estados Unidos, una medida ratificada por Trump esta semana. Además, se sucedían los discursos que culpaban del apagón al «sabotaje cibernético imperial».