Trucos de cocina
Ocho formas de envasar tus alimentos que te arreglan más de una cena rápida
Tener los alimentos bien dispuestos en el frigorífico y en condiciones óptimas de envasado para que preserven su frescor es la clave del éxito después de una larga jornada laboral.
Terminar de trabajar (sea en casa o en la oficina) cansados, con dolor de cuello y espalda y pensando, aunque tratemos de evitarlo, en el madrugón del día siguiente, puede tener graves y aparentemente inexorables consecuencias. Como es por ejemplo la de dirigirnos a la nevera y arramplar con lo primero que pillemos sin encender la vitro, precalentar el horno, abrir el micro y, hasta nos atreveríamos a decir, sin encender siquiera la luz de la cocina. ¡No puede ser! Hay mil y una maneras de comer de forma saludable si somos previsores. Así, en este artículo te presentamos tres formas de envasar tus alimentos que te arreglan una cena rápida.
Los espárragos verdes en un vaso de sidra con agua
Poner los espárragos de pie en un tarro o vaso con un poco de agua, simplemente para que cubra la base de los tallos, y cubrir las yemas con una bolsa de plástico abombada que conserve la humedad, es una opción de conservación ideal porque estarán más tiernos cuando hagas uso de ellos y tenerlos a la vista hará que los emplees cuando no sepas qué cocinar. Si los haces con unos taquitos de jamón serrano y un poco de cebolla pochada estarán de infarto.
El brócoli cortado
Cuando deshagas las bolsas de la compra, corta el brócoli en pequeños arbolitos y mételo en un tupper. De esta forma, solo tendrás que hervirlo 10 minutos cuando lo quieras consumir. Si le pones sal, aceite, vinagre, semillas de sésamo y huevo poché, será una delicia.
La coliflor triturada y sofrita con ajito
Para hacer un colirroz a la cubana en caso de apuro. ¡Que el tiempo no sea un problema! Solo tritura en el robot de cocina la coliflor, calienta un poco de aceite de oliva virgen extra, sofríe un ajito y dale a la coliflor triturada vuelta y vuelta en la sartén. Deja que enfríe en un tupper, ciérralo y consérvalo en la nevera. Aguanta dos o tres días sin problema.
El queso en taquitos
En Mercadona puedes encontrar botecitos de tacos de queso feta y estos, sin duda, con un poco de atún y tomate, como ocurre con la burrata, te solucionan una cena. Además puedes agregarlos a una ensalada en un santiamén.
El tofu marinado
Tanto si eres vegetariana como si no, el tofu marinado te va a encantar. Para prepararlo solo tienes que comprarlo fresco, cortarlo en cuadraditos y verterlo en una sartén con un chorrito de AOVE, una cucharada salsa de soja sin azúcar y un vaso de agua. Cuando absorba todo el líquido, retíralo y envasa. Lo puedes agregar a cualquier ensalada.
El calabacín en espaguetis
Hazte cuanto antes con un espirilizador de verduras. Cuestan alrededor de cinco euros y son de gran utilidad. El calabacín lo puedes tomar con gambitas y salsa de tomate y la mezcla es espectacular.
La granada cortada
Porque los platos bonitos son más apetecibles. No sabes lo bonita que queda la granada con unas setas y un poco de bimi, la verdura más sana del mundo (que se prepara en cuatro minutos con un poco de aceite en la sartén).
La lechuga lavada y en tuppers
La base de cualquier ensalada. No puede faltar en tu despensa. A todo esto hay que sumar que si guardamos la comida en tuppers de vidrio se conservará mejor. Si estos pueden cerrarse con un sistema de envasado al vacío ¿para qué queremos más? Es el caso de los de FoodSaver, una empresa especializada en sistemas de envasado al vacío que conservan la frescura de los alimentos. Ya sea carne, pescado, fruta o verduras, cualquier tipo de producto fresco o cocinado, con el envasado al vacío mantendrá su calidad y nutrientes y se podrá utilizar posteriormente sin necesidad de tirar comida. Se venden online en El Corte Inglés.
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