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El punto A: qué es y dónde se encuentra
Para muchas mujeres el punto A es más placentero que el punto G. Entre sus ventajas se encuentran una mayor lubricación y un placer más prolongado.
La respuesta orgásmica de las mujeres cada vez cobra más importancia dentro de la sexualidad femenina y del estudio del comportamiento de nuestro cuerpo. Aunque el tema pueda parecer relativamente novedoso, hay estudios que se remontan a varias décadas atrás, como cuando en los años Cincuenta el ginecólogo alemán Gräfenber descubrió que la vagina esconde en su interior un punto altamente erógeno capaz de desencadenar orgasmos explosivos, el tan conocido punto G.
Sin embargo, ahora se sabe que hay otros puntos dentro del cuerpo femenino capaz de igualar (y superar) este punto G, aunque cada mujer experimenta el placer de manera distinta y lo que para algunas es excitante para otras puede ser molesto o incómodo. Entre estos puntos que merece la pena conocer está el punto A o AFE (Anterior Fornix Erotic Zone).
Esta misteriosa zona del cuerpo femenino fue “descubierta” por accidente en la década de los noventa por la ginecóloga malaya Chua Chee Ann, quien aseguró que casi el 95% de las mujeres que lo presionan experimentan orgasmos intensos y mucho más duraderos. Aunque su estudio trataba sobre la sequedad vaginal, el médico descubrió que al estimular esta zona las mujeres se excitaban especialmente e incluso algunas de ellas experimentaban placer por primera vez en su vida.
Dónde se encuentra el punto A
Según los sexólogos, este tejido se podría comparar a un parche de tejido sensible y está localizado en el interior de la vagina, en su cara anterior y cerca del cuello del útero, a unos 7,5 centímetros por encima del punto G y cerca de la vejiga. Esta zona es propicia para la eyaculación femenina y producir rápidamente un orgasmo. Para alcanzarlo se debe penetrar muy profundamente ya sea con dedos, juguete sexual o el pene de un compañero.
Encontrar el punto A exacto tampoco es tan fácil porque no hay dos vaginas iguales y la morfología interna femenina puede variar entre una mujer y otra. A diferencia del punto G, cuya estimulación algunas mujeres encuentran molesta, la ventaja del punto A es que parece que el placer aumenta según se sigue estimulando.
Punto A, como estimularlo
Dado que el punto A requiere una penetración profunda, una buena postura es con la mujer tumbada boca arriba y con las piernas levantadas. Se puede introducir el dedo corazón y generar una pequeña presión hacia la pared abdominal, es decir, para arriba, como si estuviésemos imitando el gesto de “ven aquí”.
Si se quiere experimentar mientras se está teniendo una relación sexual, las mejores posturas son aquellas en las que el pene se introduce plenamente, como son las de perrito o aquella en la que la mujer se sitúa encima.
Lo que todos los expertos coinciden es que hay que tener un mayor conocimiento de nuestra autonomía para buscar los propios puntos de placer sin caer en obsesiones ni en la frustración de “yo eso no lo tengo”. No hay nada más subjetivo que el placer y las zonas erógenas.
¿Realmente existe?
Este punto A, como todos los puntos mágicos de la anatomía, ha causado debate entre la comunidad científica, pues al igual que tiene defensores, existe quienes afirman que no hay evidencia de la existencia de la zona. Son muchos los expertos que aseguran que la existencia de estos puntos es subjetiva y que, como decíamos, la anatomía de la vulva y la vagina de cada mujer es diferente.
Aun así, vale la pena experimentar ya sea en pareja o en solitario la existencia de una zona que puede inducir más placer y que está llamado a convertirse en el centro del placer femenino por encima del famoso punto G.
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