“Nada es eterno, excepto la Carrà”. Hoy es un día triste en Italia y España. En el mundo de la canción y de la moda. Ha muerto una artista de esas de los pies a la cabeza, como las que ya no quedan. Raffaella Carrà, una de las más grandes cantantes italianas, ha muerto a los 78 años. Sergio Iapino, compañero de toda la vida, hizo el anuncio a la agencia Ansa. Italia pierde a una de las mayores divas del país, autora de éxitos inolvidables como Caliente, caliente o Hay que venir al sur. Su inconfundible energía y estilo que marcaron una época también en España. Hoy todos nos quedamos un poco más huérfanos.

Atrevida y feminista en época difícil para serlo. Raffaella Carrà todo icono de estilo. Las claves que hicieron de Carrà un icono internacional delante y detrás de las cámaras.

A golpe de melena platino con flequillo imperturbable, los estilismos y las canciones pegadizas que todos acabaríamos cantando y bailando. Había comenzado así la carrera de la granRaffaella Carrà, leyenda italiana de la televisión, mito pop de nuestro tiempo e icono gay. Una artistas que ha perdurado generación tras generación. Lo difícil de gustar a mucha gente, de ser transgresora con su peinado y su forma de vestir en una época en la que las mujeres aún estábamos faltas de libertades.

Divertida, conseguía hacer feliz a la gente y a la vez marcó una época con sus looks. Pantalones, prendas que dejaban el ombligo al descubierto y estilismos de los más sexys. La primera mujer que se atrevió a enseñar esas partes del cuerpo de la mujer que en esa época provocaba escándalo. El baile y enseñar ombligo de la cantante creó tal revuelo en la conservadora Italia de los 70s que se ganó el apodo de “el ombligo de Italia”. Una genia y una diva que ya echamos de menos.

La moda de Carrà ha llegado hasta nuestros días sirviendo de inspiración para estrellas como Madonna en su gira MDNA, Lady Gaga o Christina Aguilera. La mayor parte del vestuario de la italiana se confeccionó a medida y siguiendo las indicaciones de la artista que siempre tuvo una visión del espectáculo cargada de purpurina y color.

Cristales de strass bordados y escote profundo hasta su famoso ombligo, lentejuelas, purpurina, looks monocromáticos en rojo, morado o naranja confeccionados en lycra o satén. Todo eso que está de tendencia de nuevo esta temporada. Nada discreto y muy de diva feminita en plenos 70.