Consejos
Esto es lo que no debes copiar a las ‘influencers’ según los expertos
7 de cada 10 jóvenes admiten fijarse en las ‘celebrities’ a la hora de elegir sus tratamientos de belleza
1. “Batidora” para hacer mascarillas caseras
Quien no haya probado alguna vez a hacerse una mascarilla casera mezclando en un bol ingredientes naturales que levante la mano. Y que la levante también quien no se haya arrepentido de hacer ese engrudo. Ahora, el método se ha sofisticado y en las tiendas online venden una especie de batidora con pastillas de colágeno, en la que se introducen los alimentos frescos que queremos dar de comer a nuestra piel, se le añade la pastilla y listo. Pero ojo. No todo lo “natural” es inocuo o beneficioso. La dermatóloga Elia Roo, miembro del Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET), explica que el problema es que no sabemos qué ingrediente estamos añadiendo, cómo y en qué cantidad penetra, si es el que nuestra piel necesita y seguramente no se esté vehiculizando de la manera correcta.
2. Succionador de puntos negros
Estos artilugios aparecen también en la lista de los más vendidos en Amazon, y funcionan como aspiradoras. Es decir, hacen el vacío para quedarse con el contenido que está dentro de los poros. Según la dermatóloga Paloma Borregón, miembro del GEDET, pueden ser útiles para quitar los puntos negros que no estén infectados o “encallados”, pero si está infectado, podría empeorarlo. Y, además, la fuerza de succión puede provocar marcas o cardenales por la rotura de vasos sanguíneos.
3. Rodillo de agujas
Kim Kardashian ha puesto de moda el microneedling para lograr una piel luminosa y uniforme. Se trata de un rodillo con múltiples agujas que se desliza sobre la piel para abrir microcanales en los que introducir los activos de los sueros que se apliquen a continuación. Esta técnica, realizada por un médico estético o dermatólogo, estimula el colágeno, mejora la penetración de cosméticos, reduce arrugas y marcas de acné… Pero ¿es igual de segura y eficaz empleada en casa? El Dr. Miguel Sánchez Viera, coordinador del GEDET, indica que los equipos profesionales ofrecen más versatilidad para adaptarse a cada caso, “y en nuestras consultas se utilizan las microagujas combinadas con fármacos y tratamientos médicos que potencian su efecto. Además, es importante un diagnóstico profesional que confirme que no existe algún problema asociado como la dermatitis atópica, la psoriasis, o una rosácea que puedan empeorar por la estimulación con las agujas”. También los profesionales esterilizan los utensilios cuando llevan reutilizables y en casa se limpian (si se hace) con agua y jabón.
4. Pegamento de pestañas para engrosar los labios
Ponerse un poco de pegamento en el borde exterior de los labios para levantarlos y que parezcan más carnosos es otro de los desafíos virales entre las adolescentes que buscan tener la boca de Angelina Jolie. El reto empezó hace 3 años en la red social TikTok y es tan absurdo como peligroso. Las menos insensatas utilizan el pegamento de pestañas que no es apto para la piel, pero es menos dañino que el clásico Super Glue que emplean algunas, y tiene una sustancia llamada cianoacrilato, tóxica para la piel y las mucosas. Además, como no hay quien despegue los labios una vez adheridos, cuando no les gusta el resultado se lo arrancan a la fuerza, y esto puede producir eccemas, irritaciones, alergias y heridas.
5. Ventosas para labios
A raíz de que Kylie Jenner publicara que el secreto de su boca carnosa era un succionador de labios (crea un efecto vacío que activa la circulación de la sangre y los inflama), las redes se llenaron de fotos y videos de jóvenes que metían su boca dentro de un botellín de Coca-cola o un vasito de chupito y aspiraban el aire de su interior para que, al quedarse sin aire, el vaso tirase de la mucosa, proporcionando el volumen de la pequeña de las Kardashian. También el mercado on line se llenó de succionadores de goma específicos para este fin, e incluso algunos aparatos eléctricos llamados “voluminizadores de labios” que hacen la misma succión “bajo control” con pantallas digitales. Como si eso los hiciera más seguros. “La hinchazón se produce porque la succión rompe los vasos sanguíneos de los labios y, al haber mayor cantidad de sangre, la boca se hincha desmesuradamente y, en la mayoría de los casos, se queda morada y completamente deformada”, avisa la doctora Victoria Trasmonte. La buena noticia es que muchas de las inconscientes que lo han probado, con nefasto resultado, avisan sobre su peligro y animan a sus comunidades a que no lo intenten.
6. Carbón para blanquear los dientes
Otra práctica con consecuencias: utilizar los productos de carbón activado que venden en Internet para blanquear la sonrisa. Este carbón activado es un tipo de carbón sometido a altas temperaturas para aumentar su tamaño y convertir su estructura en porosa, haciendo que tenga un efecto de “esponja” y pueda absorber toxinas o suciedad. Pero, a raíz del bombo que este sistema blanqueador empezó a generar en Internet, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advirtió ya en abril de 2019 que podía suponer algunos riesgos porque es un ingrediente abrasivo y, a la larga, puede desgastar el esmalte o causar recesión de las encías y sensibilidad dental. También señalaron que, al contrario de lo que presumen, la acción blanqueante de estos productos es solo superficial y no cambia el color natural de los dientes.
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