
Nutrición
Así puedes bajar el colesterol con alimentos que ya tienes en casa
Más allá de su mala fama, el colesterol es una sustancia esencial para el cuerpo. El verdadero reto, sin embargo, es mantener a raya la variante 'mala', una batalla que se libra en el plato con aliados tan comunes como el pescado azul,

La batalla contra el colesterol no se libra únicamente en la farmacia, sino en los pasillos del supermercado. La cesta de la compra se convierte en una herramienta fundamental para mantener a raya el conocido como colesterol «malo» (LDL), esa sustancia que, al acumularse en las arterias, supone un riesgo para la salud. Afortunadamente, la despensa está llena de productos que actúan como aliados, ofreciendo una estrategia natural y accesible para proteger el sistema cardiovascular. Además de la alimentación, es fundamental complementar esta estrategia con actividad física regular, para lo cual es útil conocer algún método para coger el hábito de caminar.
En este sentido, el pescado azul se posiciona como uno de los grandes protagonistas. Especies tan comunes en nuestras mesas como el atún, las sardinas o la caballa son una fuente excepcional de ácidos grasos omega-3. Estos compuestos han demostrado una notable capacidad para reducir los niveles de triglicéridos en la sangre, otro factor clave en la salud del corazón.
Por otro lado, la fibra soluble juega un papel crucial en esta ecuación nutricional. Cereales integrales como la avena y la cebada contienen betaglucano, un tipo de fibra que ayuda activamente al organismo a eliminar el colesterol. Esta función se complementa con la que ofrecen los frutos secos y las legumbres, como los garbanzos, que limitan la absorción del colesterol en el intestino.
El poder de los vegetales y las proteínas alternativas
De hecho, el mundo vegetal ofrece beneficios que van más allá de la fibra. Las verduras de hoja verde, como la col rizada o el repollo, son especialmente importantes. Su consumo regular promueve la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que se traduce en una mejor circulación y ayuda a mantener la presión arterial bajo control, protegiendo así la salud cardiovascular de una forma más integral.
Asimismo, para quienes buscan alternativas a la carne, los alimentos a base de soja como el tofu o el edamame representan una opción excelente. Aportan proteínas de alta calidad sin el lastre de las grasas saturadas, tan presentes en otras fuentes de origen animal, convirtiéndose en un sustituto idóneo para construir una dieta más equilibrada y consciente. De hecho, existen diferentes modelos dietéticos que siguen esta filosofía, como demuestran los hábitos de alimentación de las coreanas para mantenerse en forma.
En definitiva, aunque el hígado produce esta sustancia cerosa de forma natural por ser esencial para el cuerpo, la dieta es la que decanta la balanza. La clave no reside en prohibir, sino en elegir con inteligencia. Integrar estos alimentos de manera habitual conforma la base de una alimentación variada, el pilar fundamental para cuidar de nuestras arterias y, en consecuencia, de nuestra salud general.
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