Gastronomía

Lourdes Montes: Acción-reacción sin azúcares

Lourdes Montes, diseñadora
Lourdes Montes, diseñadoralarazon

Lourdes Montes, diseñadora. Las cocinas japonesa-peruana y tex-mex están entre sus favoritas, pero «como la española ninguna» dice

Lourdes Montes, diseñadora. Las cocinas japonesa-peruana y tex-mex están entre sus favoritas, pero «como la española ninguna» dice.

Su Selfiereceta: Ensalada de canónigos con pollo al limón y gorgonzola

Elaboración:

-Limpiar el pollo por dentro y meter un limón entero en su interior.

-Introducir en el horno a unos 190 grados y regar de vez en cuando con el zumo de otro limón diluido en medio vaso con agua.

-Ya asado, desmenuzar la carne en tiras.

-Colocar en una ensaladera los canónigos limpios, y añadir las tiras de pollo al limón y unos trozos generosos de queso gorgonzola.

A Lourdes Montes, licenciada en Derecho y reciclada en diseñadora de moda que en ocasiones ejerce de embajadora de la firma textil catalana Naulover, le encanta cocinar por placer y por necesidad. «Aprendí observando en la cocina y sobre todo experimentando en mi propia casa. Nadie me enseñó y tuve que poner en práctica el método de acción-reacción. Lo haces y si está bueno, lo repites».

Generalmente, al que le gusta cocinar suele disfrutar comiendo, y el caso de Lourdes no es una excepción: «Me encanta la buena mesa y la cocina española es mi favorita». Y como no podía ser de otra forma, siendo andaluza y ejerciendo como tal, pierde el sentido por «el tomate y el gazpacho». También es muy de comprar en el mercado, recorrer sus puestos y pararse en esos donde la conocen, aunque a veces «por falta de tiempo, tengo que hacer la compra «on-line». Y si algo no puede faltar en esa lista es un cargamento de refrescos: «Mi frigorífico es muy grande, de esos de dos puertas, y lo que siempre hay son Coca-Colas, normal, Zero, sin cafeína... Y tomates, fruta y lonchas de pavo, que tampoco pueden faltar. Y en la despensa mi básico es el chocolate, que es una de mis debilidades».

Y si hay un sabor que Lourdes tiene grabado en la memoria de sus sentidos, es, sin duda y tal y como ella cuenta mientras se relame, el de la tortilla de patatas. Un recuerdo gustativo que prefiere no desafiar y, por ello, se inclina por un tartar de atún con ensalada de algas, cuando quiere impactar a los comensales de su mesa. Un plato que, sin grandes complicaciones, permite paladear crudo el exquisito atún rojo gaditano, su «favorito» a la hora de ir a comprar.

Con los restaurantes también tiene sus preferencias: no le disgusta probar los de fusión japo-peruana ni los tex-mex, aunque reconoce ser más de comida española. Y siempre tirando hacia una cocina «más tradicional», sin desmerecer espumas, deconstrucciones y demás vanguardias en las elaboraciones gastronómicas: «Me parece que está muy bien innovar y probar cosas nuevas en la mesa, pero yo soy más de lo de siempre».

Excepto las consabidas recomendaciones de no tomar embutidos o moderar las cantidades de comida, durante su embarazo no ha seguido dietas especiales, ni le tomó manía a nada en especial. «No sigo ninguna dieta, pero es verdad, que hay días en los que tengo mucha hambre y otros que no tengo nada. También tuve antojo de arroz blanco». Hace años que no toma ni azúcar ni lácteos y como mayor extravagancia culinaria habla de los caracoles, «lo más extraño que ha probado». Y preguntada por lo más rico responde sin duda que un plato de pasta italiana en Venecia. «Cuando viajo me gusta probar otros tipos de cocina y suelo traerme en la maleta productos que para mí son nuevos y probar nuevas recetas en mi cocina».

Se declara incondicional de la comida sana y de ingerir mucha fruta, «me encanta», y para alguien que se dedica a la estética, el emplatado y la puesta en escena son fundamentales: «Me gusta preparar la mesa para los invitados en casa. Compro muchas cosas de menaje y disfruto preparando una buena mesa para mis amigos en casa». Le gusta intercambiar recetas entre la familia y con las amigas y lo único que tiene prohibido es la mantequilla.

Mi restaurante favorito

«El restaurante Quenco de Madrid, porque es cocina tradicional de mercado y me encanta».