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Todos fascinados por MacKenzie Bezos

Tras la ruptura con el fundador de Amazon y una más que supuesta infidelidad de él, la escritora se ha convertido en la mujer del momento

Jeff Bezos y MacKenzie Bezos, en una imagen de archivo / Reuters
Jeff Bezos y MacKenzie Bezos, en una imagen de archivo / Reuterslarazon

Tras la ruptura con el fundador de Amazon y una más que supuesta infidelidad de él, la escritora se ha convertido en la mujer del momento.

¿Qué tiene MacKenzie Bezos que a todos fascina? Para empezar, lo evidente: heredará la tierra. O, más concretamente, entre 67.000 y 69.500 millones de dólares. La mitad de la fortuna, 139.000 millones, que compartía con su marido, Jeff Bezos, fundador de Amazon y hasta que los tribunales rubriquen su acuerdo de divorcio, el hombre más rico del mundo. En ese momento ambos caerán degradados en la lista de Midas. Apenas serán la quinta y la sexta personas más ricas. Apenas. Una bestialidad en forma de dólares que casi parece un PIB. Normal que en estas horas todos los periódicos y todas las televisiones traten de desentrañar su personalidad y hazañas.

Sabemos, por ejemplo, que MacKenzie ha publicado dos novelas. «The Testing of Luther Albright» y «Traps». Bien recibidas aunque no hasta el punto de hacer de ella una fuerza literaria de primer orden. Sabemos también que estudió en Princeton, donde se licenció con honores, y que fue alumna de la Premio Nobel Toni Morrison. Que nació en San Francisco en 1970 y que su padre era asesor financiero. Que lidera la organización Bystander Revolution, dedicada a combatir el «bullying» en todas sus manifestaciones. Un vistazo a su impecable web demuestra la profundidad del bolsillo de sus patrones. Entre los famosos que han colaborado y/o grabado vídeos para la página figuran Michael J. Fox, Jamie Lee Curtis, Lawrence Kasdan, Monica Lewinsky, Salma Hayek, Elizabeth Banks, Jared Leto y Billie Jean King. Brett Arends, columnista de «Market Watch», trataba de contextualizar la monstruosidad del acuerdo. La parte que le corresponderá a MacKenzie equivale a cobrar 7,4 millones de dólares por cada día que estuvieron casados, nada menos que 25 años. Esto significa que será 26 veces más rica que Oprah Winfrey, 70 más que J.K. Rowling, autora de «Harry Potter», y 100 más que Isabel II.

Un secreto a voces

Pero claro. Existe un problema. Uno que podría dinamitar la dinámica del divorcio. El descubrimiento de que Jeff Bezos tenía una amante, Laura Sánchez, vecina y amiga común de la pareja y esposa del agente de Hollywood Patrick Whitsesell. El «National Enquirer», el diario que destapó todo, ofrecía abundante carnaza estos días. Sus responsables insisten en que han interceptado selfies del empresario «tan impactantes que no nos atrevemos a publicarlos, pero su existencia podría devastar su posición en los rangos superiores del mundo tecnológico». Correspondencia privada, claro está, cuya publicidad aumenta la temperatura del folletín. Una suerte de telenovela en la que no faltan las intrigas políticas. A fin de cuentas, el «National Enquirer» pertenece a American Media Inc, cuyo director, David Pecker, colabora con la fiscalía después de que trascendiera que habría pagado dinero para comprar las exclusivas con el fin de enterrarlas de las mujeres que fueron amantes de Donald Trump. Porque Trump y Pecker son amigos. Trump y Bezos, no: mucho menos desde que el segundo compró una de sus bestias negras, el «Washington Post». Normal entonces que los comentaristas parezca que hablan de «Juego de tronos» y del futuro de Daenerys Targaryen, hija del rey Aerys II Targaryen, hermana de Rhaegar Targaryen y Viserys Targaryen. Algo de eso hay en el afán mediático con transformar a una escritora de segunda y activista influyente en una suerte de Khaleesi del mar de hierba y reina de los dragones. Según las leyes del Estado de Washington, y a falta de acuerdo prematrimonial, el matrimonio dividirá en dos su fortuna y «Forbes» tendrá que resetear el cableado de su célebre lista.