La Infanta Cristina ha elevado su mejor look de invitada con las sandalias de cuña cómodas que más estilizan en una boda en Toledo

La coronación de Carlos III, que se está celebrando este sábado en Londres, y donde hemos podido ver un verdadero desfile de moda lleno de aciertos uno tras otro, desde la Reina Letizia con un totallook integrado por una blazer bordada y una falda 'midi' de Carolina Herrera protagonizado por el rosa o Kate Middleton, que ha sido la elegancia que pedíamos con un vestido con inspiración nupcial y unos pendientes de diamantes y perlas con el que ha hecho un guiño a Diana de Gales, hasta Camila Parker, que ha rematado su vestimenta con un collar con historia. Pero más allá de la coronación de Carlos III, la vida continúa, o eso parece. Y en este 6 de mayo, e inmersos en los eventos especiales, otra cita ha ganado algo de relevancia, aunque sea muy poca, en la actualidad. Nos referimos en concreto a la boda de José María Treviño y Paula Fernández, que ha tenido lugar en Toledo y en la que la Infanta Cristina ha elevado su mejor look de invitada con las sandalias de cuña cómodas que más estilizan. Un enlace al que la hermana mayor del Rey Felipe VI ya que la madre del novio fue compañera del colegio y mantiene con ella una muy buena amistad.

La Infanta Cristina, a la que se le ha visto muy sonriente, ha elegido para la boda de José María Treviño y Paula Fernández en Toledo un vestido satinado fluido de manga larga con falda tableada en un color topo que está lejos de las opciones favoritas de las invitadas perfectas a este tipo de eventos durante la primavera. Pese a ello, la royal ha acertado, en parte, por los zapatos que se ha calzado. En concreto, ha elegido unas sandalias de cuña con tiras joya que ya son también la opción favorita de Vicky Martín Berrocal que están hechas para el vestido de Zara que nos ha mostrado en su última foto de Instagram.

Un look de invitada que ha combinado a la perfección con una cartera de mano en el mismo tono y que a la infanta Cristina le ha permitido brillar con luz propia en la boda de dos amigos en Toledo durante el día de la coronación de Carlos III.