Energía eléctrica

Zeeclo transforma la movilidad urbana

Joaquín Duarte, director de Zeeclo
Joaquín Duarte, director de Zeeclolarazon

La empresa española, que ha doblado su facturación en el último ejercicio, cuenta con una de las mayores variedades de patinetes eléctricos del mercado. En 2019 lanzará su primera línea de motos eléctricas.

Las emisiones de CO2 de los vehículos son una de las principales causas de contaminación y a la vez una de las mayores preocupaciones y desafíos a los que se enfrentan las sociedades de hoy en día. Tras 15 años dedicados a fabricar motores eléctricos de primeras marcas, Zeeclo nace como una empresa especializada en movilidad eléctrica urbana y con un objetivo claro, que los medios de transporte en las ciudades sean más ecológicos. Pero ¿cómo surgió esta idea? «Nosotros queríamos apostar por medios de transporte sostenible a nivel personal, para nuestro día a día, y esa es la filosofía que seguimos a la hora de diseñar los productos de Zeeclo. Todos son eléctricos y cumplen con las certificaciones más estrictas de medio ambiente en cuanto a la fabricación y tratamiento de las baterías», explica Joaquín Duarte, director de Zeeclo, que es un «spin off» de WOO, es decir, una extensión de la marca de electrónica de consumo líder en el mercado latinoamericano.

Joaquín Duarte vivió sus primeras experiencias en patinetes eléctricos en el extranjero, donde reconoce que todos los directivos se movían en este tipo de vehículos. Entonces, se dio cuenta del potencial que tenía esta nueva forma de trasladarse de un lugar a otro. «Empezamos a comercializarlos en España y, al cabo de un año, decidimos crear una empresa dedicada en exclusiva a la movilidad eléctrica».

Sin embargo, entre los españoles aún no existe una profunda cultura de sostenibilidad y transporte ecológico. El metro y el autobús siguen siendo nuestras primeras opciones a la hora de desplazarnos por la urbe. «Las ciudades no están del todo preparadas, ni a nivel de normativa ni de infraestructuras. Los madrileños quizá necesiten un periodo de adaptación mayor, pero, por ejemplo, en ciudades como Barcelona o Sevilla la movilidad individual eléctrica ya es una realidad y convive con la tradicional con plena naturalidad», asegura Duarte. Algunos de los primeros usuarios a este modo de transporte tienen claras cuáles son las ventajas: «Es un medio de transporte cómodo, ecológico y rápido. Cuando me desplazaba en metro y autobús al trabajo perdía mucho tiempo de espera en los andenes o paradas. A la larga supone un ahorro económico importante», explica Marta Ordoñez, una joven madrileña. Otros como José, acostumbrado a ver los patinetes eléctricos circulando bajo su despacho de abogados, en pleno centro de la capital, no tienen claro que las ventajas sean tan evidentes: «Las calles no están preparadas para los patinetes eléctricos, muchas son estrechas y corres el riesgo de sufrir un accidente con un niño que se cruce en tu camino corriendo, o atropellar a alguien en la acera». Los primeros éxitos que cosecha la compañía ya se reflejan, por otro lado, en sus ventas: «Hemos doblado la facturación respecto al periodo anterior, aunque la rentabilidad ha bajado un poco debido a la alta competencia que existe en el sector de la movilidad eléctrica», afirma la empresa. Efectivamente grandes compañías como BMW se han lanzado a este nuevo mercado con productos como el patinete eléctrico BMW Motorrad X2City. Pero Zeeclo aspira a seguir creciendo. En septiembre se lanzará al mercado con un nuevo proyecto: Zeeclo Latam, para el que abrirá su primera sede en Chile.

Patinetes para los más pequeños

Zeeclo no sólo ha realizado una apuesta en la movilidad urbana para adultos sino que también ofrece una alternativa saludable y sostenible para los más pequeños de la casa, que podrán elegir entre el patinete eléctrico «6” PBABY», adaptado para sus primeros años de vida o el patinete eléctrico «8” P2K», y los tradicionales patinetes eléctricos «6” P0» y «P0S», que soportan hasta los 70 kilos de peso. Los menores podrán elegir en función de su edad y preferencias. Los precios oscilan entre los 89 y los 700 euros y los patinetes podrán alcanzar velocidades de hasta 15 kilómetros por hora. La batería de litio ofrece 10 kilómetros de autonomía.