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Salud

¿Tomas creatina? Este es el mejor momento del día para ingerirla

Conocida por su papel clave en los gimnasios para ganar fuerza y músculo, la creatina revela ahora una nueva y prometedora faceta como aliada del cerebro, un hallazgo que abre un debate sobre su uso y consumo

Cuando vamos al gimnasio, seguimos diferentes objetivos en función de si queremos perder grasa, mejorar resistencia o ganar músculo Dreamstime

La eterna pregunta en los vestuarios de cualquier gimnasio parece tener, por fin, una respuesta clara. El debate sobre si la creatina debe tomarse antes o después de entrenar ha ocupado horas de conversación entre deportistas, pero la evidencia científica zanja el asunto de una forma bastante sencilla: por encima del momento exacto del día, la constancia es el factor crucial. Para que este suplemento funcione, es imprescindible garantizar una toma diaria que mantenga saturados los depósitos musculares.

De hecho, el verdadero objetivo de su consumo no es obtener un impulso inmediato, sino construir una reserva estable en el organismo. La creatina actúa por acumulación, y solo cuando los músculos están completamente cargados de ella se manifiestan sus beneficios de forma sostenida. Por este motivo, la disciplina de una ingesta diaria, incluso en los días de descanso en los que no se realiza ejercicio físico, es mucho más importante que cualquier otra estrategia de sincronización.

Sin embargo, para quienes buscan optimizar hasta el último detalle, existe un pequeño matiz que puede marcar una diferencia. Diversos estudios sugieren que consumir la creatina justo al terminar el entrenamiento puede ofrecer una ligera ventaja, ya que en ese momento las células musculares son más receptivas. Tal y como han publicado en Menshealth, este fenómeno facilita una absorción de nutrientes más eficiente, lo que podría potenciar ligeramente sus efectos a largo plazo.

El porqué de su éxito: de la energía muscular a la salud cerebral

En este sentido, la popularidad de la creatina no es casualidad; responde a un mecanismo biológico muy concreto. Su función principal es ayudar a regenerar rápidamente el ATP, la molécula que proporciona la energía inmediata para las contracciones musculares. Gracias a este proceso, mejora el rendimiento de forma directa en actividades de alta intensidad y corta duración, como el levantamiento de pesas o los sprints, lo que se traduce en más fuerza y una mejor recuperación.

Asimismo, su eficacia contrastada la ha consolidado durante décadas como un pilar para muchos deportistas, desde la élite profesional hasta los aficionados al gimnasio. Su capacidad para contribuir al aumento de la masa muscular y acelerar la recuperación entre series la convierte en uno de los suplementos más estudiados y con mayor respaldo científico del mercado, lejos de modas pasajeras.

Por otro lado, la ciencia ha comenzado a explorar terrenos inesperados que trascienden el ámbito puramente deportivo. Las investigaciones más recientes, aunque todavía en una fase inicial, apuntan a una prometedora conexión entre la suplementación con creatina y la salud del cerebro, sugiriendo un posible impacto en la cognición. Este nuevo horizonte podría redefinir por completo la percepción de este compuesto y ampliar su uso a un público mucho más general en el futuro.