La compra de coches eléctricos en la Región tendrá una ayuda de hasta 4.000 euros

Incentivar el uso de los vehículos eléctricos. Ese es el objetivo de una serie de medidas anunciadas por la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, que se tramitarán «lo antes posible». Entre ellas se encuentra la deducción de un 15 por ciento, con un tope de 4.000 euros, en el precio de cada unidad.

Los beneficiarios de estas ayudas serán los particulares, aunque la consejera especificó la articulación de líneas de subvención adicionales para que los autónomos también puedan beneficiarse de ellas.

Del Olmo informó también de que su Consejería trabaja, junto con las distribuidoras de productos derivados del petróleo, para impulsar la instalación de puntos de recarga eléctrica para estos vehículos en diferentes estaciones de servicio o gasolineras de Castilla y León.

Todo ello, recalcó, para seguir apostando por la construcción de ciudades «cada vez más sostenibles y amables», como así lo demuestran otro tipo de iniciativas impulsadas por la Junta como las «redes de calor» instaladas en varios edificios oficiales.

Así lo detalló la consejera momentos antes de inaugurar un congreso dedicado al fomento de las ciudades sostenibles al que también asistió el director general del centro tecnológico Cartif, José Ramón Perán, quien destacó la necesidad que tiene el planeta de hacer las ciudades «más habitables» y «respetuosas» con el medio ambiente, especialmente en todo lo relacionado con las emisiones de efecto invernadero.

Para Del Olmo, el trabajo «no es sencillo» y los estudios sobre el «fenómeno del clima son muy complejos». «En el caso de Europa se están llevando a cabo diferentes proyectos con los que se trata de reducir la contaminación ambiental y de llevar a cabo un uso racional de la energía, tratando de reconducir la producción de emisiones en las calefacciones y la generación de la contaminación, especialmente en las grandes urbes», explicó.

«La idea es poder conseguir ciudades mejores con el apoyo de catedráticos, científicos e investigadores ya que el 80 por ciento de los europeos viven en entornos urbanos y este porcentaje va en aumento, lo que repercute en su calidad de vida», concluyó.