Miles de personas con discapacidad piden más protección y blindaje de sus derechos

Ayer no fue un día como otro cualquiera. Al menos, para las más de 300.000 personas con alguna discapacidad que viven en Castilla y León y que ayer celebraron su primer Día Nacional en España de la Convención Internacional sobre sus derechos.

Con motivo de esta efeméride, fueron recibidos en las Cortes por su presidente, Ángel Ibáñez, los nueve representantes de las federaciones que integran Cermi en la Comunidad, quienes pidieron que se protejan y aseguren los derechos de este colectivo.

En este sentido, el presidente de la entidad social, Juan Pérez Sánchez, afirmó que , desde ahora, el 3 de mayo será un nuevo día para hacer visibles sus derechos y dejar patente que las personas con discapacidad son una parte activa y participativa de la sociedad castellano y leonesa.

De este modo, el inicio del mes será de lo más movido. Mayo comenzará con el Día del Trabajador, al que seguirá la celebración del levantamiento nacional contra las tropas de Napoleón para rematar con esta fecha, declarada el 22 de febrero por el Consejo de Ministros y que hace un homenaje a esa Convención que data del año 2006.

Desde ahora, España se suma a los 160 países que se han sumado a recordar la importancia de esa cita, que es «el marco de derechos y garantías más importante de las personas con discapacidad», según aseguró Pérez, quien señaló que desde el Cermi «trabajamos con las administraciones para que lo más pronto posible nuestra igualdad sea una realidad».

Por su parte, Ibáñez resaltó que el hemiciclo del Parlamento autonómico, como «marco de pluralidad política y diálogo para servir a la sociedad», es el mejor escenario para celebrar esta primera efeméride, con el mensaje de que la «sociedad debe tomar conciencia de que el objetivo es la plena inclusión» y de que «la diversidad nos hace mejores».

El presidente abrió al colectivo de las personas con discapacidad «su casa» para que lleven sus objetivos «y se expresen en libertad» y recordó la obligación de las instituciones de asegurar la protección de los derechos de todos los ciudadanos.

Y es que, explicó el presidente del Cermi, aún son muchos los que se topan «con obstáculos y barreras negativas», por lo que defendió que la discapacidad no es algo discrecional, sino una cuestión de derechos, y valoró el paso que supuso la Convención para pasar de un modelo de caridad a otro de «titulares con capacidad reivindicativa».