Barcelona

Colau y Carmena llaman a aprender del amor entre Barcelona y Madrid

La alcaldesa y las clarisas de Pedralbes abogan por la calma y la reflexión en momentos duros

Ada Colau y la corporación municipal , a excepción de la CUP, asistieron a la misa que las monjas clarisas de Pedralbes ofrecen en Santa Eulàlia
Ada Colau y la corporación municipal , a excepción de la CUP, asistieron a la misa que las monjas clarisas de Pedralbes ofrecen en Santa Eulàlialarazon

La alcaldesa y las clarisas de Pedralbes abogan por la calma y la reflexión en momentos duros.

La Mercè se vengó ayer de Santa Eulàlia con un día de lluvia londinense, «chirimiri», que dicen los vascos, una lluvia triste y suave, como el color azul que Anna Llenas describe el en libro infaltil de «El monstruo de los colores». La Mercè estaba harta de que Santa Eulàlia llore cuando llega su onomástica y le agüe todas las fiestas, un año sí y otro también. Pero hasta la fecha no le había dicho nada. ¡Pobre Santa Eulàlia, ya tenía suficiente con ser la patrona olvidada de Barcelona! Porque el fiestón de la ciudad, el que celebran todos los ciudadanos es en septiembre. Lo que pasa es que ahora que Santa Eulàlia se ha reinventado como la fiesta de los niños de Barcelona, la Mercè se ha sentido celosa y ayer se vengó llorando chirimiri, una luvia azul y triste, como la que cae en Londres.

De todos modos, no logró fastidiar la fiesta a Santa Eulàlia. Es invierno, si no llovía, en dos meses la ciudad entraba en prealerta de sequía y la lluvia es bienvenida. La corporación municipal (alcaldesa y concejales) se despertó bien pronto y contenta porque les esperaba un desayuno rico en el Monasterio de Pedralbes preparado por las ocho monjas clarisas que allí viven. Con los huevos que llevan las novias, las madres de las novias, las abuelas de las novias y las suegras de las novias para que no llueva el día de la boda, las monjas prepararon el mató de Santa Eulàlia y otros dulces.

Antes del desayuno, Ada Colau hizo un llamamiento a la calma y la reflexión en momentos complejos como el atentado de agosto y la complejidad política de los últimos meses. También agradeció a las monjas clarisas del Real Monasterio de Santa Maria de Pedralbes su defensa de la solidaridad, la justicia y la equidad.

Desde el siglo XIV el monasterio está bajo la protección directa del Consell de Cent barcelonés, privilegio que le otorgó la reina Elisenda de Montcada. Y es tradición que la corporación municipal las visite el 12 de febrero. Ayer, sólo faltó la CUP.

en su discruso, la Madre Abadesa, Sor Montserrat Casas, recordó el atentado en La Rambla y aseguró que rezan por todas las víctimas y sus familias. También ha pedido al Consistorio que no olvide al monasterio tampoco en tiempos de complejidad y globalización, ya que sus valores son necesarios en estos momentos. El monasterio prevé abrir próximamente el claustro en determinados horarios para facilitar encontrar «esta quietud y serenidad tan necesarias» para tomar decisiones y para disfrutar del silencio y la belleza, ha anunciado en su intervención.

Colau cambió la serenidad de Pedralbes por el jaleo del Port Olímpic en un encuentro organizado por Santa Eulàlia por el Gremio de Restauración de Barcelona y el de Plaza Mayor y Madrid de los Austrias. Allí colau se vio con la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmona. Ambas destacaron el amor y la estima entre ambas ciudades, también en la complejidad. «Barcelona, estimados amigos de Madrid, os quiere de todo corazón», aseguró Colau, que también dijo que la relación entre ambas ciudades es fraterna en momentos difíciles. «Sí, catalanes, os queremos mucho. Sí, Barcelona, os queremos mucho», añadió Carmena. Junto a una cincuentena de actores, cantantes y otras personalidades hicieron un llamamiento al diálogo y la cordura.