Política

El desafío independentista

Colau, predispuesta a dar una calle al 1-O

También inicia el proceso para sustituir el nombre a la avenida de Borbó en el distrito de Nou Barris

Imagen de las dos concejalas de la CUP en un pleno del Ayuntamiento de Barcelona con el cartel de la calle
Imagen de las dos concejalas de la CUP en un pleno del Ayuntamiento de Barcelona con el cartel de la callelarazon

En plena carrera electoral por la alcaldía de Barcelona, Ada Colau parece que ha reforzado sin ambages su acercamiento al independentismo.

En plena carrera electoral por la alcaldía de Barcelona, Ada Colau parece que ha reforzado sin ambages su acercamiento al independentismo. En poco menos de un mes, la actual alcaldesa de Barcelona no ha escatimado en guiños al secesionismo: se presentó en la Diada con un lazo amarillo en la solapa, se fotografió el lunes con Quim Torra para conmemorar el 1-O, su partido salió al auxilio del separatismo para tratar de solventar la polémica de la sustitución de los diputados procesados y ayer se abrió a dedicar una calle al referéndum ilegal del 1 de octubre, además de iniciar los trámites para retirar una avenida a los Borbones.

Así lo anunció el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello, que expresó la predisposición del gobierno municipal para bautizar alguna calle como «1 d'octubre». Eso si, matizó que debe existir una demanda vecinal y recordó que la normativa precisa que deben haber transcurrido cinco años desde que se produjera el acontecimiento. Si bien, no acabó ahí todo, y lo que ya ha empezado a materializarse es el cambio de la avenida Borbó por avenida dels Quinze –en alusión a que ese lugar se conocía por ese nombre porque el tranvía valía 15 pesetas hasta ahí–, en el distritó barcelonés de Nou Barris. Allí, con los votos del grupo de Colau, ERC y el PDeCat, el plenario aprobó una proposición para que la Ponencia del Nomenclator inicie el cambio de nombre, un proceso que puede alargarse entre cinco y ocho meses, según precisaron.

Este cambio ha surgido a raíz de una demanda vecinal, planteada por la asociación de vecinos Torre Llobeta-Vilapicina y Taula Unitària de Nou Barris per la República, sin embargo ha sido celebrada contundentemente por Pisarello, para quien el nombre de la calle está «vinculada a la idea de privilegio por un nombre vinculado a la gente anónima que hace democracia día a día». «La huella de la dinastía borbónica fue infausta en el pasado y continúa siéndolo en el presente», aseguró, antes de avanzar que el Ayuntamiento seguirá dando pasos en la misma dirección para reducir al máximo la presencia borbónica. «Cuando Barcelona ha podido expresarse libremente, siempre ha sido como ciudad republicana», afirmó el número dos de Colau.

Precisamente, esta cruzada contra el Rey Felipe VI, prolongada a lo largo de todo el mandato y que tuvo su punto de partida en la retirada del busto del Rey Juan Carlos I del Salón de Plenos del Consistorio, registró un nuevo episodio el pasado domingo cuando se mutó los Jardines del Príncipe de Girona por Jardines del Baix Guinardó. En este sentido, el líder del PP en Barcelona, Alberto Fernández, consideró que «es una muestra más del revanchismo y revisionismo de la aplicación de la llamada memoria histórica, que es la amnesia selectiva para recordar solo aquellas partes de la historia que más convienen a la izquierda más extrema y el independentismo». Así, el líder popular reclamó un cambio en la Ponencia del Nomenclator para que «todos los grupos estén representados» para garantizar la «pluralidad».