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La juez del caso Zaplana: «También hay hospitales en paraísos fiscales»

Los médicos, rotundos: «No deseamos ni vamos a contribuir a la muerte del paciente»

El tratamiento de Zaplana «no es compatible» con la prisión
El tratamiento de Zaplana «no es compatible» con la prisiónlarazon

Los médicos, rotundos: «No deseamos ni vamos a contribuir a la muerte del paciente».

La jueza que mantiene en prisión al ex presidente valenciano Eduardo Zaplana, quien está ingresado desde hace días en un hospital para ser atendido de la grave enfermedad que padece, leucemia, sostiene que acceder a su libertad conllevaría un elevado riesgo de fuga. Y ello porque, entre otros motivos, «hospitales hay en todos los países, incluidos los paraísos fiscales».

Así lo sostuvo la magistrada en un auto del pasado día 15, antes de ser ingresado, en el que, rechazó la colaboración del ex ministro para facilitar la información de la que pueda disponer y que interese al juzgado en sus investigaciones en el «caso Erial». De esta forma, salvo giro inesperado, todo hace indicar que la magistrada ordenará nuevamente la vuelta a prisión de Zaplana, pese a que los informes médicos alertan de su más que grave estado de salud.

En este sentido, esos informes médicos son cada vez más claros al afirmar que el encarcelamiento del expresidente «interfiere en su estado de salud y en su tratamiento» y que éste «no es compatible con su situación de internamiento en centro penitenciario», en la cárcel.

Durante el ingreso hospitalario de Zaplana se le está realizando un tratamiento de fotoaféresis extracorpórea. Esta técnica terapéutica requiere insertar un catéter venoso central semipermanente en la aurícula derecha bajo control radiológico experto. Una vez insertado se obtienen de la sangre linfocitos que son posteriormente tratados con una sustancia que, activada mediante luz ultravioleta (UVA), induce un daño a los linfocitos presentes en la unidad obtenida. Inmediatamente tras ser tratadas las células son devueltas a su organismo como una transfusión.

Con esta técnica, se logra eliminar los linfocitos que el propio cuerpo de Zaplana genera para «luchar» contra el injerto de médula que le fue practicado para tratar de curarle la leucemia.

No contribuir a su muerte

La periodicidad de estas sesiones es semanal, aunque dependerá de la respuesta clínica y de los efectos secundarios que presente. El informe del equipo médico también señala que no es recomendable el empleo de otros tratamientos farmacológicos inmunodepresores -como venía sucediendo hasta ahora en prisión- «porque la necesidad de monitorización clínica y analítica constante que requieren no es compatible con su situación de internamiento en centro penitenciario» y que solo servirían «para poner en mayor riesgo su vida».

El informe médico, remitido al juzgado, es contundente en una de sus conclusiones: «Como se puede suponer, no deseamos ni vamos a contribuir a la muerte del paciente bajo ninguna circunstancia».