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El Pleno de Chamberí estalla en protesta vecinal: «No nos dejan preguntar»

50 personas se manifiestan ante la negativa de la concejala Esther Gómez a contestar preguntas

El colectivo Chamberí se defiende critica la «mordaza» puesta por Gómez Morante / Luis díaz
El colectivo Chamberí se defiende critica la «mordaza» puesta por Gómez Morante / Luis díazlarazon

50 personas se manifiestan ante la negativa de la concejala Esther Gómez a contestar preguntas

Alrededor de 50 vecinos, equipados con pitos y pancartas que rezaban «No nos dejan preguntar», «Morante sin talante» y «Carmena nos censura. ¡Dictadura pura!», acudieron ayer al Pleno en la Junta Municipal del distrito de Chamberí para protestar por la «mordaza» que, según afirmaron, les ha impuesto la concejala presidenta, Esther Gómez Morante.

Como explican a LA RAZÓN desde el colectivo Chamberí Se Defiende, presentaron a Gómez Morante doce preguntas. Entre ellas, la emplazaban a facilitar datos sobre el impacto que iba a tener el Plan de Movilidad de Madrid Central en el distrito. Como informó este diario, el área delimitada en el plan va a provocar, a juicio de los vecinos de Chamberí, un «efecto frontera»: muchos madrileños buscarán aparcar en las calles del distrito, provocando así su colapso. También inquirieron a la concejala sobre el coste que están teniendo las sucesivas transformaciones de la calle Galileo. Unos trabajos que, en opinión de los vecinos, están suponiendo una auténtica «chapuza» urbanística. «Nos han ''tirado'' todas las preguntas. La concejala nos ha denegado la oportunidad de presentarlas en el pleno. No nos han dejado participar», denuncian desde el colectivo, que sentencia: «Hemos ido a denunciar que el Ayuntamiento que dice apoyar la participación amordaza a los vecinos».

En el mismo momento en que se inició el Pleno, los vecinos alzaron las pancartas e hicieron sonar los silbatos. La situación llegó hasta tal punto que Gómez Morante llamó a la Policía Municipal. Algo que, en opinión de Chamberí Se Defiende se podría haber ahorrado. «Ha sido con voluntad de intimidación. Los vecinos, al contrario que ellos, tenemos una fantástica relación con la Policía». Así, la primera parte de su comparecencia, que no debería haber abarcado más de 20 minutos, se prolongó hasta superar la hora.

Desde el punto de vista informativo, la concejala tampoco ofreció grandes novedades sobre los trabajos que se están realizando en el distrito. Era, de hecho, «la única esperanza» que tenían puesta en toda su comparecencia. Confirmó, eso sí, que el polémico Plan Chamberí Zona 30, en el que se enmarca el «experimento Galileo», sigue adelante, algo que «fue anulado tanto por el Pleno del distrito como por el del Ayuntamiento».

Así, Gómez Morante confirmó que para 2019 realizará modificaciones en las calles Gaztambide y Arapiles, donde se ensancharán las aceras y algunos aparcamientos pasarán de ser en línea a en batería.

También indicó que la calle Guzmán El Bueno va a ser objeto de similares transformaciones. Concretamente, el tramo en torno al número 60 –frente al Colegio Decroly– también contará con aceras más anchas y menos espacio para los vehículos. Algo que preocupa especialmente a los vecinos. «Guzmán El Bueno no es una calle cualquiera. Se trata de uno de los principales ejes norte-sur de Madrid». El resumen que hacen de estas actuaciones desde Chamberí Se Defiende es que «van a estrangular el tráfico». Y es que, en su obsesión por «acabar con el uso del coche, lo único que van a lograr es crear más cuellos de botella».

Los vecinos también critican que la «operación asfalto» anunciada al comienzo de verano, y que, se suponía, iba a ser «la mayor de la historia», apenas se ha dejado notar en el barrio. «Anunciaron el asfaltado de 14 calles, entre ellas Guzmán El Bueno, Raimundo Fernández Villaverde... pero hoy sólo se encuentra asfaltado un tramo de Zurbano. Todo era pura propaganda», concluyen.

Las claves

-Ahora Madrid seguirá adelante con la criticada transformación de la calle Galileo pese

a que el Pleno del Ayuntamiento votó en contra.

-Se ensancharán las aceras y se pondrán plazas de aparcamiento en batería. Algo que, en opinión de los vecinos, creará cuellos de botella. En general critican la «obsesión» de Ahora Madrid por impedir el uso de coches.