Carreteras

Los 80 km más vigilados durante el fin de semana

Los agentes de la guardia Civil vigilan las carreteras de la región más frecuentadas por los ciclistas los fines de semana en varios tramos. Hay más controles de alcohol y drogas para evitar siniestros.

Los 80 km más vigilados durante el fin de semana
Los 80 km más vigilados durante el fin de semanalarazon

Los agentes de la guardia Civil vigilan las carreteras de la región más frecuentadas por los ciclistas los fines de semana en varios tramos. Hay más controles de alcohol y drogas para evitar siniestros.

Cuatro tramos de 85,7 kilómetros de carretera en total se han convertido en los más vigilados durante los fines de semana. Se trata de rutas protegidas para ciclistas, una forma de prestar más atención a este colectivo que durante los últimos años ha visto repuntar la siniestralidad. La vigilancia por parte de los agentes de la Guardia Civil se intensifica especialmente durante los fines de semana para protegerles en sus desplazamientos. En la zona norte, esta mayor vigilancia se encuentra entre el kilómetro 15 y el 40 de la M-608 y del 9 al 31 de la M-611, mientras que en la zona sur, los kilómetros más vigilados por los agentes se encuentran en la M-301 entre los puntos 0,9 al 19,95 y en la M-404, entre el kilómetro 42,2 y el 61,8.

En estos tramos, la vigilancia se extrema durante las mañanas de los fines de semana, cuando coincide que hay un mayor número de ciclistas o de clubes que salen a las carreteras a hacer kilómetros. Es aquí donde se intensifican los controles preventivos de alcohol y drogas, hay mayor vigilancia de cumplimiento de las normas, como la distancia lateral de adelantamiento (1,5 metros), la velocidad inadecuada y las maniobras antirreglamentarias que pueden cometer tanto ciclistas como el resto de conductores. Además, el límite de velocidad se reduce en los tramos horarios en los que se considera que hay más usuarios de las dos ruedas.

Estas medidas de seguridad se vienen aplicando ya desde el año pasado. La jefatura provincial de Tráfico y la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, así como las asociaciones de ciclistas, han sido las encargadas de seleccionar las vías de alta afluencia de ciclistas. Las rutas madrileñas no son las únicas. En total, la DGT ha fijado un total de 138 en toda España y 4.661 kilómetros de carretera para vigilar más de cerca porque son frecuentadas por los usuarios de bicicletas. Sin embargo, que pese a la bondad de la medida puesta en marcha por la DGT, aún se considera insuficiente por los usuarios. «Para los ciclistas supone un escenario de visibilidad más que una medida eficaz al 100% ya que, a día de hoy, la medida cubre tramos muy escasos en longitud y no conectados entre sí por lo que representan una mínima parte de los recorridos habituales de los ciclistas», explica Alfonso Triviño, portavoz de la Asociación de Ciclistas Profesionales. No obstante, «es un inicio y esperamos que cuando haya más medios y agentes se pueda ampliar su cobertura a un mayor número de carreteras porque beneficia no sólo a ciclistas, sino a todos los usuarios de la vía», añadió a LA RAZÓN Triviño.

Los ciclistas se quejan de que, desgraciadamente, los días festivos en sus primeras horas tras la salida del sol, son testigos de la invasión de los trasnochadores que no pocas veces conducen con unas tasas ilegales de alcohol en sangre o con la presencia de drogas. Y no sólo en Madrid. «En febrero, en la provincia de Pontevedra, esto ocurre especialmente en la conocida como Ruta del Valle, donde ocho conductores fueron inmovilizados por resultado positivo en los test salivares de drogas y seis, por superar las tasas de alcohol. Además, otros 30 conductores fueron denunciados por el incumplimiento de diversas maniobras antirreglamentarias que ponían en riesgo a los ciclista. Ello significa un porcentaje muy elevado de positivos por alcohol y/o drogas, teniendo en cuenta que en los controles aleatorios habituales el porcentaje medio de positivos es del 12%, por lo que parar, multar e inmovilizar a los que a través de la vigilancia se les “caza” en una infracción que comprometen al ciclista es bueno para todos los usuarios, que también pueden sufrir un accidente por causa de estas personas».

José Luís Martín, presidente del Club ciclista Chamartín, el más antiguo de Madrid (1925) y probablemente de España con más de 330 socios, asegura que «cuando vemos helicóptero de la DGT sobrevolando nuestras cabezas nos sentimos aliviados por la vigilancia. En nuestro club al menos son 80 o 90 personas las que salen por las carreteras de la zona norte y la zona del Puerto de La Morcuera y el de Canencia es una zona de muchísima afluencia. Son carreteras muy concurridas y por eso la vigilancia de la Guardia Civil nos viene fenomenal».

En opinión de Martín, en algunas zonas esta vigilancia debería ser «más intensa, como la que discurre entre Algete y Valdetorres del Jarama, que apenas tiene arcén y son carreteras muy peligrosas porque los coches circulan a mucha velocidad».

Los ciclistas vienen reclamando desde hace tiempo que, de una vez por todas, vea la luz la reforma de la Ley de Seguridad Vial en el Congreso y se revierta la situación creada tras la despenalización de las faltas por imprudencia, que son las del 90% de los accidentes, y que «ponen a los pies de los caballos a víctimas y familiares de la mayoría de lesionados o fallecidos al privarles del estatuto de víctima de ilícito penal y a merced de las aseguradoras», sentencia Triviño.

Los puntos negros de la red madrileña, a examen por los usuarios

Los ciclistas madrileños inspeccionan durante estos meses las carreteras de la región para determinar cuáles son los puntos de la red viaria que se encuentran en mal estado y que comprometen su seguridad por el mal estado de los arcenes o de la infraestructura. Se trata de un encargo del Gobierno regional a la Federación madrileña, que ha decidido contactar con los clubes para que contribuyan a elaborar el mapa de puntos negros y así poder tomar medidas. Por otra parte, la principal infracción de los conductores hacia los ciclistas es la falta de respeto de la distancia de seguridad (1,5m). «Tampoco saben qué hacer cuando se encuentran a un pelotón de ciclistas a una rotonda», dicen los ciclistas.