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Medio Ambiente

Descarbonizar el mundo desde una carretilla elevadora

Emilio Segura, almeriense de 51 años, ha pasado de conducir camiones en rutas internacionales a trabajar desmantelando la central térmica de Carboneras

Los trabajadores reciben varios cursos de formación que les abren las puertas de futuros empleos
Los trabajadores reciben varios cursos de formación que les abren las puertas de futuros empleosENDESAENDESA

Cae la tarde en Carboneras, Almería, y Emilio Segura Raya termina su jornada laboral. Este almeriense de 51 años acaba de encontrar un nuevo empleo. Trabaja en el desmantelamiento de la central de Carboneras, que forma parte del proyecto de transición justa de Endesa. Se trata de un ambicioso proceso de la compañía que implica el cierre de instalaciones térmicas como ésta y la construcción de nuevos proyectos renovables con un claro acento en la dinamización del empleo local. De hecho, él y muchos de sus compañeros son parte de las más de 2.300 personas que han recibido formación en el sector de las energías renovables a través de cursos impartidos impartidos por Endesa en toda la geografía española.

En concreto, el trabajo de Emilio es el descalorifugado, un proceso por el cual se retira el aislamiento de las paredes de los diferentes edificios que conforman la central térmica: caldera, precipitadores y otros edificios. Un trabajo que exige una preparación muy específica y de calidad para su realización.

Antes de dedicarse a esto, este almeriense trabajó en el sector del transporte internacional como conductor de camiones. «Después de varios años, ya buscaba algo más estable y, sobre todo, cerca de mi lugar de residencia», explica. «Ya había participado en algún curso de formación de Endesa, pero en este último proceso vi la oportunidad claramente», asegura. En este momento, sacó a relucir a su naturaleza naturaleza inquieta y curiosa. En la España vaciada hay pocas oportunidades como ésta, y, tras una formación de varios meses, logró un puesto de trabajo que le abre las puertas al futuro. «Estos cursos», afirma, «son muy positivos e interesantes para entrar a trabajar en cualquier fábrica o industria, porque la capacitación es muy concreta, sobre todo en materia de riesgos laborales, y para formarse es necesario tener tiempo», explica.

Lo más interesante para Emilio fue el curso presencial de 60 horas sobre riesgos laborales –una parte «esencial en el día a día de nuestro trabajo»–, la segunda tanda de un total de tres cursos formativos que recibirá a largo de este año, y gracias a los cuales él y la comunidad local de la que forma parte podrán beneficiarse del proceso de descarbonización y sostenibilidad de Endesa. Porque estos cursos formativos apuestan por capacitar a los vecinos en zonas donde, posteriormente, se desarrollarán las labores para las que se preparan, a menudo en proyectos de renovables. Así lo destaca Emilio que, como sus compañeros, ha visto en ellos «una oportunidad para desarrollarse en un ámbito local, cerca de casa».

Además, comenta que «durante la formación hemos aprendido también a cómo utilizar correctamente estas herramientas». Sabe que del mismo modo que se está desmantelando esta central de Carboneras se desmantelarán otras instalaciones y «la experiencia que hemos ganado trabajando estos años servirá para otros proyectos más adelante», apunta Emilio a LA RAZÓN.

Sostenibilidad y reutilización

«El trabajo de descalorifugado tiene lugar en muchos sitios, muy distintos, y a veces lo hacemos desde un andamio, a cinco metros de altura, y otras desde una carretilla elevadora. Todo el material que estamos retirando no va a la basura», recalca Emilio. Desde el aluminio de las placas hasta el revestimiento de lana roca va a tener un nuevo uso gracias al reciclaje y la reutilización. Este es uno de los puntos fuertes del proyecto, porque «todo lo que estamos retirando se va a tratar de manera que va a tener un nuevo uso».

Incluso el solar donde se ubica la central tendrá un uso más sostenible. «Seguramente se instalarán paneles fotovoltaicos o generadores de energía eólica», apunta. Un futuro que se adivina sostenible y esperanzador, no solo en materia energética, sino también en materia laboral pues, como insiste Emilio, «estos cursos son una oportunidad para empezar a trabajar en un sector que, ojalá, crecerá en los próximos años».

Endesa, de hecho, está inmersa en este proceso de transformación en aras de la sostenibilidad y de la autonomía energética para dejar de depender de los combustibles fósiles y cuidar el medio ambiente. En el próximo trienio se ha fijado como objetivo crecer un 30% en su parque de energías renovables, esfuerzo que requerirá de inversiones superiores a los 3.300 millones de euros y de cientos de trabajadores especializados como Emilio que lo hagan realidad.

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