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Curiosidades
Así es la vida en el primer 'pictopueblo' de Aragón
El municipio es pionero en la instalación de pictogramas para personas con discapacidad intelectual, a través del Plan Socioeconómico del proyecto de Transición Justa de Endesa en la zona
Andorra, en Teruel, tiene una nueva cara. No solo ha pasado de ser un pueblo minero a un ejemplo de transición energética. Ahora, este municipio de unos 7.500 habitantes se ha convertido en un 'pictopueblo' para ser más accesible y eliminar las barreras del lenguaje. En total, se han instalado cerca de 200 pictogramas en la localidad, distribuidos por todos sus edificios públicos y comercios, para ayudar a las personas con diversidad funcional a integrarse más fácilmente en su entorno social. «Somos uno de los primeros pictopueblos de España y el primero de Aragón», asegura el director de ATADI Empleo SLU, Javier Cantalapiedra.
El proyecto ha consistido en colocar imágenes sencillas que permitan señalar los lugares, servicios municipales, monumentos y negocios del municipio. Ya no solo aparece «panadería» o «piscina». Ahora, además, un dibujo de colores revela qué edificio es y qué podemos encontrar en su interior. Los cerca de 60 usuarios y usuarias de ATADI (Agrupación Turolense de Atención a Personas con Discapacidad) han trasladado sus primeras impresiones: «Algunos tienen dificultades para leer o de comprensión, y nos han dicho "¡qué chulos!". Para ellos, los pictogramas tienen mucho valor y fomentan su autonomía».
No solo las personas con discapacidad intelectual se están beneficiando de este proyecto desde que fueron instalados los carteles, el pasado 14 de diciembre. Para las que padecen trastorno del espectro autista, problemas de desarrollo, cognitivos, neurológicos (como la demencia) o, incluso, migrantes con barreras idiomáticas, también es un acierto, pues pueden identificar los lugares de forma visual y con mucha más agilidad. «Es una iniciativa muy transversal, útil para cualquier persona», celebra Cantalapiedra.
Esta innovadora idea ha podido llevarse a cabo al estar recogida como una de las acciones de interés social contempladas en el Plan Socioeconómico del proyecto de Transición Justa de Andorra, de Enel Green Power España, filial de renovables de Endesa. La meta de este plan es revitalizar la zona a nivel social, cultural y económico, convirtiéndola en un punto estratégico para la producción de energía renovable del país.
«Incluso antes de que Endesa comenzara a elaborar su plan, se pusieron en contacto con ATADI Empleo, en nuestro caso, para ver de qué forma podíamos mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual, a través de iniciativas sociales y laborales», recuerda el director. Para realizar los pictogramas, ha sido necesaria una inversión de 25.000 euros.
En su creación colaboraron tanto los usuarios de ATADI como el Ayuntamiento de Andorra, así como el alumnado del Colegio de Educación Especial 'Gloria Fuertes'. De hecho, desde esta institución señalan que los pictogramas son una herramienta de mucha utilidad para los alumnos con diversidad funcional. «Es una idea muy básica, pero, lo que para nosotros puede parecer insignificante, para ellos es un gran paso», subraya Cantalapiedra.
Fueron personas de ATADI quienes se encargaron de visitar los establecimientos y servicios del pueblo para explicarles el proyecto y lograr su participación. Además, los pictogramas se fabricaron en el Taller de Impresión del Centro Especial de Empleo de ATADI. Por último, usuarios y trabajadores de la asociación atornillaron los pictogramas de metacrilato en sus respectivos lugares. Cantalapiedra celebra que haya sido «un proyecto impulsado y llevado a cabo por personas con discapacidad de principio a fin».
Una Escuela Rural para formar en empleos de futuro
El pictopueblo no es la única iniciativa que se lleva a cabo a través del Plan Socioeconómico de Endesa para la zona. La filial puso en marcha en 2023, en esta localidad, cursos de formación amparados bajo el proyecto Escuela Rural de Energía Sostenible, la punta de lanza del plan de futuro de Endesa para Andorra y las localidades vecinas.
A través de este programa formativo, vigente hasta noviembre de 2025, se formará a 5.000 personas. Se favorecerá a los colectivos más vulnerables en el entorno rural, como personas con discapacidad, jóvenes, mujeres, desempleados y personas de la Bolsa de Transición Justa, que trabajaban en contratas que prestaban servicios a la ya cerrada central térmica de Endesa en Andorra.
El objetivo del programa es fomentar el arraigo con la comunidad local y la empleabilidad local. Y es que los cursos sirven para dar acceso prioritario a la población de Andorra a puestos relacionados con el proyecto de Endesa, tanto en la parte de las empresas renovables que se instalarán allí (albergará desde plantas solares al almacenamiento de baterías), como a través de las diferentes iniciativas del Plan Socioeconómico.
Los bloques formativos contemplan tres ejes: energías renovables, biodiversidad y sector primario. En el último caso, la formación se realiza en colaboración con entidades de referencia, incluida ATADI. Con ellas se han definido más de 30 módulos formativos que van desde pilotaje de drones, trufi cultura, agricultura ecológica, aromáticas, ecommerce o apicultura. En el caso de ATADI, además, se favorece significativamente la inserción laboral de las personas con discapacidad, «una herramienta de inclusión importantísima, y más en pueblos pequeños», subraya Cantalapiedra.
Los usuarios de la asociación ya trabajan en varias iniciativas incluidas en el Plan Socioeconómico, como el proyecto "Olivar y Viverismo Inclusivo", mediante el cual recuperan y aprovechan los olivos existentes. Asimismo, también hay personas de ATADI ocupándose del mantenimiento de la pantalla vegetal que rodea las instalaciones renovables. Por último, Cantalapiedra explica que hay usuarios implicados en la adecuación de las naves de la antigua central de carbón, que se transformarán en invernaderos y espacios para la industria agroalimentaria, de forma que puedan dar salida a las olivas y los membrillos, revitalizando la zona a través de la venta de productos autóctonos.
De "pueblo del carbón" a polo verde
La central térmica de Teruel (Andorra) ha estado operativa durante 40 años, creando un vínculo muy arraigado en la zona. Una vez Endesa solicita el cierre de la central en 2019, inicia su proceso de desmantelamiento y la elaboración de un plan de futuro que contempla la implantación de nueva industria y el desarrollo de nueva potencia energética, esta vez, renovable.
El desarrollo renovable planteado por Endesa para Andorra no solo es la construcción de nueva capacidad eólica y solar, sino la hibridación de estos proyectos y el almacenamiento con dos plantas de baterías. A estos proyectos se une un electrolizador de 15 MW que permitirá gestionar los excedentes de energía renovable para la producción de hidrógeno verde que ayudará a descarbonizar industrias del entorno.
Para la construcción de estas instalaciones Endesa, a través de su filial renovable Enel Green Power España, invertirá más de 1.700 millones de euros y, junto con el plan socioeconómico, generará más de 6.300 empleos en total de aquí a 2029, de los que más de 370 serán empleos directos ligados al proyecto renovable. A ellos se sumarán, una vez esté desplegado todo el plan de desarrollo socioeconómico, otros empleos estables de largo plazo.
Todo ello eleva a 500 los puestos de trabajo fijos, lo que supone superar ampliamente los empleos directos e indirectos que generaba la central térmica. A esto se suman iniciativas como la del pictopueblo, que Endesa ya llevó a cabo en 2020, en la localidad malagueña de Almargen. Cantalapiedra expresa que, gracias a la colaboración de la energética, se ha dado un fuerte impulso a la eliminación de barreras en Andorra. «Solo hay palabras buenas», concluye.
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