Maltrato animal
La Policía rescata a 270 perros a los que habían seccionado las cuerdas vocales en dos criaderos ilegales
Entre los arrestados se encuentran dos veterinarios que, presuntamente, se encargaban de dar apariencia de legalidad a la venta facilitando cartillas selladas, medicamentos o instrumental para implantar el chip de identificación
La Policía Nacional ha rescatado a 270 perros que se encontraban en pésimas condiciones en dos criaderos ilegales en las localidades madrileñas de Meco y Arganda del Rey. En la operación policial han sido detenidas cinco personas, entre ellas dos veterinarios, que, según la investigación, conformaban una de los principales distribuidores de perros a nivel europeo, según ha informado la Policía Nacional.
Los perros estaban hacinados en un zulo construido en el sótano de una de las viviendas en pésimas condiciones higiénico-sanitarias y de habitabilidad. Una vez rescatados, las pruebas veterinarias han demostrado que algunos de los perros habían sufrido una sección de las cuerdas vocales, posiblemente para que no ladrasen y pudieran alertar a los vecinos.
Los animales eran distribuidos por toda España
Las investigaciones comenzaron a principios del pasado año tras una denuncia en la que se identificaba un criadero ilegal de chihuahuas en un chalé ubicado en la localidad madrileña de Meco. Según ha indicado la Policía, los animales eran distribuidos por toda la geografía española después de ser ofertados a través de una página web.
Durante la investigación policial, se llevó a cabo la inspección de una vivienda en la que se rescataron 12 perros de la raza chihuahua en el momento en que se estaban intentando deshacerse de ellos. Al realizarles las pruebas veterinarias oportunas se comprobó que presentaban síntomas de que les habían cortado las cuerdas vocales, posiblemente para que no ladrasen y pudieran alertar a los vecinos de la existencia de un criadero ilegal de perros en la urbanización.
Los agentes centraron su objetivo entonces en identificar la posible participación de otras personas, como veterinarios o criadores e identificaron a una familia residente en un céntrico chalé de Arganda del Rey. Estas personas habían dado de alta más de 1.400 canes en la Real Sociedad Canina de España, con el objetivo de dotarlos de una apariencia de legalidad y poder venderlos a un precio más elevado. Pese a que habían dado de alta tal cantidad de animales, no les figuraba registrado ningún lugar “legal” de cría a sus nombres.
Los beneficios obtenidos superarían los dos millones de euros
Los agentes intervinieron 258 perros (principalmente de las razas chihuahua y pomerania) repartidos en un zulo construido ilegalmente en el sótano de la vivienda y distribuidos en tres zonas: zona de cría (donde se encontraban los animales con menos de 1 mes y las perras embarazadas), zona de animales preparados para la venta y zona de animales listos para criar.
Los perros se encontraban en pésimas condiciones higiénico-sanitarias y de habitabilidad, además que la cría indiscriminada sin ningún tipo de control veterinario. Entre los canes intervenidos, los agentes hallaron dos crías muertas, congeladas y envueltas en papel de periódico.
Durante la intervención policial, se incautaron también medicamentos de uso veterinario, vacunas, chips y documentación (cartillas sanitarias) selladas por veterinarios pero sin terminar de rellenar.
En total han sido detenidas cinco personas, entre los que se encuentran la pareja que encabezaba el grupo, residente en Arganda del Rey y considerados como unos de los principales distribuidores de perros a nivel europeo de raza chihuahua y Pomerania. También ha sido arrestado un experto informático que se encargaba de la estrategia comercial a través de campañas de márketing y publicidad por redes sociales.
Finalmente, fueron detenidos dos veterinarios cuya actividad principal consistía en dotar a los perros que se vendían de una apariencia de legalidad, facilitando cartillas selladas por los centros veterinarios pero sin rellenar, al objeto de que los máximos responsables las adecuaran a sus necesidades. También facilitaba el acceso del criador a medicamentos de uso veterinario y al instrumental pertinente para que fuera el mismo quien les pusiera el chip preceptivo de identificación antes de vender el animal.
Según ha informado la Policía, el grupo llevaría operando más de una década y que habrían obtenido unos beneficios superiores a los dos millones de euros.
Los animales se encuentran bajo la custodia de varias protectoras de animales a la espera de la decisión judicial sobre su destino.
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