The Set Lab

Bienvenidos al templo de la vanidad

Un “laboratorio” fotográfico desata la locura entre los jóvenes adictos a las redes sociales: 20 sets con diferentes ambientaciones, cambio de vestuario y ningún pudor. “La presión por subir buenas fotos a Instagram es muy grande, ya no vale con publicar cualquier cosa”, reconocen los adolescentes

El culto a la imagen no tiene límites y los “narcisos 2.0” caen rendidos ante una fotografía o vídeo que cause sensación en las redes sociales. Si los dioses castigaron el exceso de vanidad del joven que se quedaba absorto con su belleza reflejada en el río, ahora son los “followers” los que penalizan a quienes no cumplen con los estándares de postureo que determinan el éxito o el fracaso en Instagram o TikTok. Por eso, la juventud entregada en alma y cuerpo a las redes, buscan cómo sea la manera de destacar, de sumar “likes” y seguidores al golpe instantáneas dignas de las mejores publicaciones.

Visitamos uno de los más novedosos templos de la vanidad, un espacio creado por y para los adolescentes donde acuden, previo pago de entrada, a un espacio que hace las delicias de sus cámaras de fotos. “The set Lab” que llegó a Madrid hace menos de un mes, se ha convertido en una auténtica revolución. Se trata de un espacio de 300 metros cuadrados que alberga 20 sets con diferentes ambientaciones donde los jóvenes posan y se meten en la piel de los “influencers”, porque ¿qué puberto no sueña ahora en convertirse en el rey de las ’'social networks”?

Nada más cruzar el umbral del local nos encontramos con Alba y Vero que posan con su mejor cara mientras disparan billetes al aire. Luego se cambiarán de ropa y harán lo propio en el supermercado repleto de cajas de cereales. “Nos hemos traído una maleta con varios cambios de vestuario, nos encanta posar y el postureo”, reconoce Alba. Es la primera vez que vienen, pero confiesan que habrá muchas más. “Sé que esto es una pasada y que hay quien piense que estamos locas, pero mira nos gusta mostrarnos”, afirman las jóvenes.

El set repleto de billetes es, hasta el momento, el que más éxito tiene
El set repleto de billetes es, hasta el momento, el que más éxito tieneJesús G. FeriaLa Razon

Dos sets más adelante está Paula, que en esta ocasión es la que hace las fotos, acompañada de su amiga Jennifer que va vestida de colegiala y se exhibe en un pupitre: “Me encanta todo este rollo y soy muy fan de Britney Spears, así que estoy encantada haciéndome estas fotos. Sé que lo que transmitimos en las redes no es la vida real, pero bueno, es divertido”, reconoce la joven. Ella también ha traído cuatro o cinco modelitos en la maleta y acude a los vestuarios para ponerse su segundo “look”. “Hemos comprado una entrada para hora y media y con todas las fotos que hagamos tendremos para meses. Vamos subiendo algunas de vez en cuando y así parece que hemos estado en varios sitios diferentes. Como con esto del coronavirus no se puede salir mucho, no nos queda otro remedio”, reconocen.

Detrás de esta rompedora idea de recrear escenarios para que los adolescentes se fotografíen está Víctor Martínez, un ingeniero que pronosticó el filón que tendría esta iniciativa ante la adicción compulsiva de la juventud con las redes sociales. “Todo comenzó hace un año en Barcelona, que fue la primera ciudad en la que abrimos hace seis meses. Tuve el respaldo de dos socios que ejercieron como inversores y luego la cuarta del equipo, Alba, que es quien se encarga de la decoración de los escenarios, los cuales van cambiando cada mes. Me tiré a la piscina y la verdad que ha tenido muy buena acogida. El confinamiento y las restricciones de movilidad han creado la necesidad de generar contenidos diferentes sin viajar y aquí pueden recrear diversas situaciones y escenarios. La idea inicial era para realizar fotos, pero hemos comprobado que la mayoría quieren grabarse vídeos de TikTok”, reconoce.

Victor Martinez es el empresario que tuvo la idea de crear este negocio
Victor Martinez es el empresario que tuvo la idea de crear este negocioJesús G. FeriaLa Razon

Pese a los retrasos en la inauguración debido a la Covid, este empresario puede presumir de negocio ya que en un mes han superado las 1.000 visitas. “En la concepción del plan de empresa ya estaba prevista la limitación del aforo para que no se acumulara gente. No está permitido más de 20 personas a la vez y los espacios los desinfectamos cada hora. La mascarilla es obligatoria salvo cuando se disparan las fotos que está permitido quitársela”, aclara Martínez.

En la puerta, dando la bienvenida a los clientes está Dani Pozo, encargado también de realizar fotografías cuando se contrata el pack completo (30 euros) que incluye el servicio de un profesional para inmortalizar a los modelos amateur: “Hay mucha gente que lo solicita porque al final se llevan más de 300 fotos que luego pueden utilizar para lo que deseen. La gente se va encantada. También tienen la opción de comprar la entrada sencilla que va por horas desde los nueve euros y medio. Aunque la mayoría son chicas adolescentes, también acuden familias enteras”, subraya.

En ropa interior

De hecho, según las primeras estadísticas que han elaborado, el 75% de su público es femenino, comprendido entre los 13 y los 30 años: “Pero también hay excepciones, el otro día estuvo aquí una mujer de 80 años que es súper conocida en TikTok y estuvo haciéndose varios vídeos. La verdad que se ve de todo”, puntualiza el director. Dani lo confirma, por ejemplo todavía le sorprende cuando los jóvenes llegan y se presentan en vez de con su nombre con el número de seguidores que tienen en las redes: “El otro día un chico me dijo, soy un 10k. Me quedé alucinado. También hay quienes no tienen ningún pudor y se quedan en ropa interior haciéndose fotos. Es curioso. Un chaval al que le estaba realizando una sesión estaba muy motivado posando como si fuera un modelo de Calvin Klein, incluso hay quienes nos han pedido si podían grabar para la aplicación Onlyfans...”, añade Dani.

Ante el éxito que está teniendo este proyecto, Víctor cuenta que ya tiene ofertas para abrir más espacios en Andalucía y Valencia: “Pero no es sencillo, hay que encontrar un sitio apto, amplio y que esté bien situado. Poco a poco. La verdad es que la acogida ha sido brutal y que un negocio nuevo funcione tan bien en plena pandemia es una suerte”. En ocasiones, artistas de trap y reguetón, como Kidd Keo, han reservado todo el espacio para ellos durante un día para grabar un tema, y la lista no es corta. Rurru, un tiktoker del que quizá usted desconozca su existencia pero que es una “celebrity” entre los menores, está en este momento grabando algunos vídeos: “Esto es súper creativo, ha superado mis expectativas. Me lo estoy pasando genial. Es cierto que quizá en las redes no mostramos al 100% lo que somos, pero ¿a quién no le gusta disfrutar de una foto así?”, dice mientras posa ante la cámara de una amiga en un set que simula una pista de tenis.

Beatriz, de 28 años, está a punto de terminar de retratarse metida en un carro de la compra en el set del supermercado de cereales: “Tengo que reconocer que esto de las redes se nos está yendo de las manos, el culto a la imagen y a mostrar una vida irreal hay que mirarlo con perspectiva, no puedes creértelo. Como diversión está muy bien, pero ya. Es cierto que entre nosotros existe mucha presión la hora de subir las fotos, antes publicabas cualquier cosa, ahora todos somos mucho más exigentes, pero no podemos acabar siendo esclavos de Instagram”, recapacita mientras Carlos, su amigo y fotógrafo revisa las instantáneas que ha hecho: “Con esto tendrás para más de un mes”, le dice. “Si un sitio como éste se hubiera abierto hace años habríamos pensado que era de frikis, ahora todos quieren venir. En el fondo me gustaría que cada uno subiera a sus redes las fotos que quisiera, pero no es así. Hay mucha exigencia”, reconoce. Parece que está claro que los nuevos medios de comunicación entre la juventud se han convertido en la dictadura del siglo XXI.