Alerta en Madrid

Los incendios que traerá Filomena en verano

Los expertos alertan del peligro que supone la acumulación de leña caída en el suelo de las zonas forestales por la nevada

Un senderista en el camino de regreso desde los Chorros del Manzanares, en la Sierra de Guadarrama, Madrid (España).
Un senderista en el camino de regreso desde los Chorros del Manzanares, en la Sierra de Guadarrama, Madrid (España).Rafael Basante

Aunque los efectos de Filomena aún se dejan sentir en algunos puntos de la Comunidad de Madrid, las peores secuelas podrían llegar en verano. Así lo auguran los expertos. Y es que la borrasca que a comienzos de este año causó daños en cientos de miles de árboles por la acumulación de la nieve sobre ellos elevará el riesgo de incendios debido a la acumulación de leña caída en el suelo en las zonas forestales.

Recientemente lo advirtió en una entrevista a Efe el profesor de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y decano del Colegio de Ingenieros de Montes (COIM), Eduardo Rojas Briales, quien asegura que la biomasa resultante de la caída de ramas y de árboles enteros en el interior de los bosques «es preocupante». De hecho, de acuerdo con los datos del COIM, las zonas de mayor incidencia se situaron «entre Madrid y Albacete», lo que las sitúa también entre las áreas con más riesgo.

Y es que hay algunas zonas donde han caído un cuarto o hasta un tercio de los árboles, lo que ha terminado por acumular un ingente volumen de madera no controlada. A juicio de Rojas, las labores de retirada de la leña caída «deberían empezar por las zonas más visitadas», normalmente situadas en las alturas más bajas y próximas a carreteras, para luego pasar a zonas más altas, donde el riesgo de incendios no es tan alto como el de las plagas de insectos como los escolítidos, un tipo de coleópteros que atacan a los árboles, sobre todo a las poblaciones de pino silvestre. Rojas confía en que los daños no sean muy graves pero «en el caso de que sean sustantivos, de aquí al verano será imposible retirar todo», lo que agravará el riesgo de incendios.

No obstante, esta pérdida de masa forestal no tiene que entenderse necesariamente como algo malo pues, como indica Rojas, «según qué sitios, hay demasiada vegetación» por lo que la nieve ha podido contribuir a una «labor de depuración» de los ejemplares más débiles, lo que permitirá a los más fuertes «crecer con más espacio y esto es positivo».

En este contexto, la Comunidad de Madrid anunció ayer que actuará, antes de Semana Santa, sobre más de 600 hectáreas de 31 municipios de la región, que han sido dañadas por la borrasca Filomena. La consejera de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Sostenibilidad, Paloma Martín, conoció los trabajos de emergencia para la recuperación que los técnicos forestales están desarrollando en la Dehesa de Valdelatas (Alcobendas), uno de las zonas más frecuentadas del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. «El pasado mes de enero vivimos las mayores nevadas de los últimos 50 años, que afectaron al arbolado de la región, por ello, desde la Comunidad de Madrid hemos puesto en marcha un operativo para apoyar a los municipios que se encuentran en la zona de influencia de los parques regionales y reestablecer su entorno natural lo más rápido posible», ha destacado la consejera.

Para llevar a cabo las intervenciones en los montes públicos y los espacios protegidos de la región, los técnicos de la Dirección General de Biodiversidad y Recursos Naturales, en colaboración con los agentes forestales, han supervisado la masa forestal para evaluar los daños y poder recuperar así el patrimonio natural afectado por el temporal.

La poda y recogida, cuanto antes

¿Cuál es el principal peligro de cara al verano?
Varias organizaciones relacionadas con el mundo forestal, como Bosques sin Fronteras (BSF), han alertado en los últimos días de que las labores de poda y recogida deben hacerse «cuanto antes y por parte de personal cualificado que conozca perfectamente cómo es la estructura de los árboles» ya que la prevención «es siempre la mejor arma para luchar contra los incendios forestales».
¿Cuáles han sido las especies más perjudicadas?
Las de clima mediterráneo en zonas como Madrid, Albacete, además las provincias de Teruel, Lérida y en el interior de Tarragona. Esto se debe fundamentalmente a que las especies que prosperan en climas más fríos y en zonas de alta montaña se ven obligadas a crecer lo más posible en busca de luz solar, lo que no sólo eleva sus ramas sino que las hace más elásticas, mientras que las especies mediterráneas tienen ramas horizontales ya que no necesitan desarrollarse de la misma forma y acaban siendo más vulnerables ante la nieve.