El lado más personal de los candidatos

El Madrid de Rocío Monasterio: «Hablo con mis hijos de política; les digo que el sacrificio vale la pena»

La candidata de Vox admira a Cervantes y le gusta pasear por el parque del Capricho

Rocío Monasterio, en una foto de su niñez, en el parque del Retiro
Rocío Monasterio, en una foto de su niñez, en el parque del RetiroLa Razón

Originaria de una familia de Cienfuegos, la arquitecta Rocío Monasterio aterrizó en la Asamblea de Madrid en 2019. Un debut que se situó en doce escaños y que le valieron para convertirse en la llave para conformar Gobierno regional.

Durante estos dos últimos años, la candidata de Vox se ha recorrido la región en busca del voto desencantado con la derecha tradicional, pero, a su vez, también a la caza de un voto trabajador desengañado con una izquierda cuyos dichos no siempre se corresponden con sus hechos.

Así, Monasterio ha tenido tiempo de conocer a fondo la Comunidad de Madrid. De todos los barrios en los que ha estado, el que más le ha sorprendido es el de la Cañada Real. «Lo que me sigue sorprendiendo es que sigamos impasibles ante los cuatro kilómetros de infravivienda y las 4.000 familias que viven en la Cañada Real sin que se haya dado solución al problema de la okupación, la delincuencia, el narcotráfico y la inmigración ilegal, por un lado; y, por otro, a las familias vulnerables que necesitan una oportunidad. Tenemos que resolverlo», afirma con rotundidad Monasterio.

En cuanto a las zonas que más le gustan de Madrid, y en las que aprovecha para pasear con sus hijos siempre que puede, señala dos: el Parque del Capricho en Alameda de Osuna, de casi doscientos años de historia; y la comarca de Las Vegas, en el sureste de la Comunidad, con Aranjuez y Chinchón como enclaves más populares.

Las tradiciones madrileñas les son conocidas a la candidata de Vox. Y entre ellas, no faltan las gastronómicas. «Comerme un buen cocido o un menú en cualquier bar de cualquier polígono industrial de Madrid. Me encantan los churros y los torreznos. ¡Y no se me da nada mal bailar el chotis!», subraya Monasterio.

Si tuviera que quedarse con un madrileño, actual o histórico, famoso o anónimo, la candidata se decanta por Miguel de Cervantes Saavedra. Sobre todo porque el autor de «El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha», gracias «a su obra universal, ha llevado el español a todo el mundo».

Están siendo días frenéticos, con una intensidad que se va acentuando a medida que se acerca la jornada de reflexión. Con todo, Rocío Monasterio trata de buscar pequeños huecos de relax entre mitin y mitin. ¿Qué aprovecha a hacer durante esas pequeñas pausas? «Intento pasarlas con mis hijos, que me cuenten su día en el cole y ¡hasta que opinen de política! Trato de transmitirles que este sacrificio ha merecido la pena», concluye.