Nuevo gobierno

Ayuso ahorrará más de dos millones de euros en sueldos

La reducción de la estructura de las nueve consejerías tendrá un impacto todavía mayor, calculan desde Sol

Tras casi tres meses de relativo parón, el derivado de la maniobra de Ciudadanos en Murcia y de la consiguiente disolución de la Asamblea de Madrid, Madrid tiene desde ayer un Gobierno totalmente operativo. Los nueve consejeros de Isabel Díaz Ayuso tomaron posesión de sus cargos en la Real Casa de Correos de la Puerta del Sol. Un acto en el que la jefa del Ejecutivo regional quiso poner en valor la trayectoria de los miembros de su gabinete así como los retos que tienen por delante. «Todos son políticos con amplia experiencia de gestión y van a tener ahora por delante la gran responsabilidad y el inmenso trabajo que todos los madrileños esperan: recuperar Madrid y dejar una comunidad mejor de cómo la encontramos hace dos años», destacó Ayuso.

La presidenta se reafirmó en su intención de que Madrid siga siendo «esa región humana, generosa, solidaria, abierta, universal, garante, valiente y emprendedora. Insisto, España nos está mirando y la Comunidad de Madrid nos necesita más que nunca». Ayuso incidió además en «el afán de superación y la transformación» de su Gobierno y recordó que «muchas de las políticas que hoy se ponen en marcha en el resto del país tuvieron como comienzo» Madrid y éste tiene que ser el «reto»: «Siempre la ambición y siempre el afán de mejorar». Se mostró, además, convencida de poder dejar en 2023 un Madrid mejor del que encontraron hace dos años. Y para ello, recalcó en su intervención, se ha rodeado de «los mejores».

El tiempo dirá si Ayuso ha elegido con la conformación de este equipo. Lo que ya es seguro es que se trata de un Ejecutivo más austero que el que ella misma e Ignacio Aguado (Cs) alumbraron en el verano de 2019. Aquella primera coalición en la historia de Madrid tenía una vicepresidencia y trece consejerías. El Gobierno de ahora, sin vicepresidente, está conformado por nueve departamentos. De manera que el ahorro en sueldos que genera la remodelación, sólo en la primera línea de la administración regional, se sitúa en el entorno de los dos millones de euros hasta 2023. Este ahorro concierne a la no existencia de un vicepresidente que, como Aguado, percibía una retribución anual de 104.928,60 euros. Y también afecta a otras partidas como por ejemplo, el equipo creado para la comunicación de este escalón que ha desaparecido, que se situaba cerca de los 400.000 euros anuales, así como la de una dirección general, que llevaba asociada una retribución de 93.855 al año. Así mismo, las tres consejerías que han desaparecido en virtud de la fusión de departamentos diseñada por Ayuso permitirá un ahorro de tres sueldos en esta primera línea del Gobierno. Cada uno de los consejeros cobra 100.556,52 euros. Así las cosas, el ahorro en sueldos que ya ha sido sustanciado por la presidenta es de, al menos, 900.453,16 euros por cada uno de los dos años que tendrá la legislatura. Apuntan desde el entorno de la presidenta que este ahorro será mayor. Esto se debe a que la fusión de consejerías llevará aparejada una nueva estructura que permita ahorrar algún sueldo más en los segundos y terceros niveles del Gobierno, de manera que fácilmente el impacto total sobre las arcas supere los dos millones de euros.

El portavoz del Gobierno, Enrique Ossorio, insistió en la rueda de Prensa tras la primera reunión del gabinete que la «austeridad» marcara la actividad del Ejecutivo de Díaz Ayuso. Otro objetivo será adaptar «todas las estructuras» al tiempo actual. Aunque Ossorio advirtió de que el objetivo de la «austeridad» no supone que haya menos directores generales. No obstante, puntualizó que, si se detecta que hay unidades que «no tienen sentido», se actuará en consecuencia. «La prioridad es la estructura de las consejerías», subrayó el portavoz, que compatibilizará esta responsabilidad con la de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades.

Preguntado por los medios de comunicación, explicó que sobre las actuales leyes LGTBI, cuya derogación ha exigido Vox, Ossorio reconoció que el Gobierno de Ayuso coincide «en el objetivo» de las mismas, aunque abrió la puerta a una posible modificación, ya que, según su diagnóstico, la redacción de algunos artículos «no es la más afortunada», por lo que consideró necesario «mejorarlos». Y calificó «de sentido común» la decisión de Vox de no apoyar la comisión de investigación sobre lo sucedido en las residencias de mayores durante la pandemia, propuesta por la izquierda de la Asamblea, a pesar de que Monasterio aseguró apoyarla en un primer momento.