Universidad

Ayuso avisa de que la universidad “está en peligro” por las reformas de Castells: “Abre el camino a los violentos y la ocupación de los campus”

Afirma que Madrid hará frente a los cambios legales del Gobierno de Sánchez

La presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, cree que la universidad “está en peligro”. “Se la aísla mientras mientras se politiza, se infiltran ideologías y se favorecen endogamias”. Y no solo eso, “abre el camino a los violentos”. Es el resumen de lo que piensa que está ocurriendo con las nuevas reformas que está acometiendo el Gobierno de Pedro Sánchez (Ley de Universidades y anteproyecto de Ley de Convivencia Universitaria) que puso sobre la mesa en el discurso que pronunció durante la inauguración del curso académico universitario en la Universidad Carlos III de Madrid.

Ya avisó de que Madrid hará frente a la nueva ley de universidades de Castells, con la que, a su juicio, se pretende “aislar la universidad mientras se politiza, se infiltran ideologías, se favorecen endogamias y se entorpecen las vocaciones de profesores y alumnos. Es necesario que los profesores y los alumnos trabajen libres de ideologías, de trabas burocráticas, de veleidades políticas. Sólo si está abierta al exterior, como lo ha estado siempre Madrid, si puede acoger a los mejores, alcanzará el prestigio que todos buscamos”, sentenció.

La presidenta madrileña no ahorró críticas a la nueva normativa de convivencia universitaria que aprueba hoy el Consejo de Ministros y que “busca consagrar la irresponsabilidad de los alumnos, al desvincular la concesión de una beca del esfuerzo en el estudio, olvidando así una vez más que donde no se premia el esfuerzo, se fomenta la desigualdad; y al ser más permisivos con el hecho de copiar o el plagio”

No solo cree que quede malparado el papel de los rectores, sino que “se promueve la irresponsabilidad al ser más transigentes con los destrozos del patrimonio universitario, del mobiliario, y, lo que temo aún más: con la Libertad de los demás alumnos y del personal docente, porque sospecho que la nueva ley quiere dar vía libre a la ocupación de los campus por parte de grupos extremistas, a la politización morbosa de la vida universitaria”. Así, cree que “esta politización abre el camino a los violentos, a los que quieren convertir las universidades en sus propios guetos”.

Es por esto por lo que cree que la universidad “está en peligro porque se atacan todas sus bases, empezando por la más fundamental, que es la verdad”.