El Festival Madrid en Danza vuelve a la región que nunca cerró

El próximo 29 de abril, coincidiendo con la celebración del Día Internacional de la Danza, los Teatros del Canal abrirán sus puertas al 37 Festival Internacional Madrid en Danza. Y lo harán no solo para acoger a unos espectadores ávidos de espectáculo y arte de calidad, sino también para «salir a la calle» y encontrarse con un público cada vez más amplio. Así lo explicaba ayer, durante la presentación del festival, Marta Rivera de la Cruz consejera de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, quien ha destacado, además las otras dos grandes características del mismo: una potente programación internacional y una apuesta decidida por los nuevos creadores.

«Se ha creado un amplio catálogo de funciones en el que vamos a conservar lo que funcionaba en años anteriores, pero vamos a incluir, además, la apertura, cada vez mayor, a otros municipios de la región», explicaba la consejera. Así, Alcorcon, Arganda del Rey, Parla, Torremocha del Jarama, Torrelaguna… serán algunos de los 17 municipios de la Comunidad de Madrid en los que se reparte la programación de los 26 espectáculos que componen el festival y que llegan de distintos puntos de España y del mundo, como Estados Unidos, Canadá o Israel. «Hemos hecho un gran esfuerzo para programar mirando fuera de la Comunidad de Madrid», explicaba la consejera, «teniendo en cuenta que sabemos que el público es cada vez más exigente».

«El centro coreográfico del Canal se esta convirtiendo en un lugar de referencia para aquellos que quieren triunfar sobre los escenarios», apostillaba Rivera al explicar el interés del festival por las propuestas emergentes. Asimismo, anunciaba que durante el festival se celebrará un concurso de danza para aficionados en el que, quien lo desee, podrá participar. «El público está deseando reencontrarse con la danza», añade a LA RAZÓN Blanca Li, quien es, desde hace dos años, directora de Madrid en Danza. Dos años que, de hecho, no han sido fáciles, ya que han coincidido con la etapa de la pandemia. «A pesar de que aún no se ha acabado, parece que está siendo un poco más sencillo que vengan las compañías internacionales», afirma, si bien considera que la mejor parte del festival es que también acoja las «interesantes propuestas nacionales».

Madrid, de hecho, ha sido una «rara avis» entre todas las ciudades del mundo, ya que era de las pocas ciudades «donde las compañías podían venir y continuar trabajando». «A diferencia de muchos teatros europeos, que están teniendo problemas para que el público vuelva, lo bueno es que Madrid nunca ha cerrado realmente», asegura Li, y subraya que, de hecho, «este año pasado hemos tenido más público que el anterior, que no había pandemia». «Es muy curioso porque, cuando hablo con directores de teatro de otros países, me dicen que les está costando mucho que los espectadores vuelvan porque, después de casi dos años, la gente casi ha perdido la costumbre», explica. Sin embargo, en Madrid «as compañías sabían que tenían un sitio donde seguir trabajando, y eso ha sido muy importante, porque además ha facilitado que los Teatros del Canal hayan sido de esos pocos sitios que han conseguido atravesar esta situación con actividad».

Cuando comenzó como directora de Madrid en Danza, Li se puso a sí misma un único objetivo: mantenerlo abierto, variado y ecléctico, de tal manera que acogiera todas las formas de expresión del movimiento para que el publico encuentre su gusto y pudiera sorprenderse. Y vaya si lo ha conseguido. Del clasicismo a la vanguardia, pero pasando también por el folk y lo urbano, el festival ha logrado ser una muestra de una corriente creativa sin precedentes. «Nunca se ha creado tanto, con tanta energía, tanta pasión y con unos resultados tan virtuosos», asegura Li, orgullosa de que, este año, el festival haya «crecido en grandes producciones de vanguardia nacionales e internacionales».

A su vez, Madrid en Danza se convierte en «un espacio abierto para dialogar acerca de la profesión y el periodo que atraviesa. Pero, sobre todo, tal como asegura Li, es «lo que los madrileños se merecen: un gran festival de danza de la mano de los grandes creadores nacionales e internacionales». Pero, sobre todo, es «una edición que va a movernos a todos. Nuestros cuerpos y corazones».