Gastrochic
Castizo, la tasca 2.0 en Aravaca
El boca oreja ha hecho de las suyas y un miércoles cualquiera era tal el ambiente, que costó levantarse de la mesa, porque la terraza, unida al buen comer y beber, invita a echar la tarde
Hemos de reconocer que nos gustan todas las sucursales de Castizo por envolver la esencia de la taberna de barrio en un interiorismo cuidado, que hace evolucionar la estética centenaria a nuestro siglo XXI. La novísima apertura del Grupo Larrumba Holding se encuentra en el complejo Rumbo Aravaca, junto a Abrasa, Chingona y Pipa & Co, así que sí, quienes vivimos en este distrito capitalino, alejado del centro, estamos de suerte. Porque, en estas páginas hemos dejado claro lo que nos atraen las tabernas y las casas de comidas, esos espacios de siempre que no fallan a la hora de tomar ese aperitivo al que rendimos homenaje en cuanto podemos. Ese desfile de vermuts, cañas y vinos armonizados con las raciones cañís, que vienen muy a cuento en esta casa a la que hoy nos referimos. Cierto es que en la zona echábamos de menos esa barra de la que no despegarnos durante horas, porque aquí, sea el momento que sea del día el buen picoteo está asegurado. Tanto es así, que con sólo dos semanas de rodaje, el boca oreja ha hecho de las suyas y un miércoles cualquiera era tal el ambiente, que costó levantarse de la mesa, porque la terraza, unida al buen comer y beber, invita a echar la tarde.
Recién llegado a Aravaca
Abrimos boca con las imprescindibles gildas, claro, nos encontramos en una tasca 2.0, y una vez volaron, continuamos con los deliciosos torreznos de Alalpardo, bien sabrosos, con la grasita justa y, sobre todo, crujientes. Por eso, son los reyes del tapeo diurno en todas las sedes. Un apunte, en un mes asistiremos a la inauguración de la situada en la calle Alcalá, en la que, desde el primer día, contará con esos clientes asiduos que harán suyo cada mañana el pincho de tortilla de patata con cebolla morada, jugosa y cuajada en su perfecta medida. Nos refrescamos con el primer vaso de gazpacho, suave y equilibrado a partes iguales, de la temporada. Antes de probar los huevos rellenos de bonito, con el necesario toque de piparra, tomó la mesa un vermut casero, trago preparado a partir de una infusión de moras, frambuesas, naranjas deshidratadas, Martini rojo y unas gotas de Jägermeister, un licor de hierbas endulzado. Nos gustó, sí, y lo combinamos con las croquetas de jamón ibérico, de mordida crujiente y bechamel suave, y con la ensaladilla de gambas y atún. Como plato fuerte, el pollo en pepitoria. por eso de festejar San Isidro. Con el flan y la tarta de queso culminamos una visita que prometemos repetir copa de Muss en mano, un tempranillo de la D.O Vinos de Madrid. Acertada recomendación de Manuel Martos.
Dónde: Camino de la Zarzuela, 23. Aravaca.
Tel.: 910 88 89 00.
Precio medio: 35 euros.
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