Reivindicación
Un Orgullo post Covid vuelve a tomar las calles de Madrid
La marcha por los derechos del colectivo LGTBI se ha convertido, ante los medios de comunicación, como en ediciones anteriores, en una oportunidad para que la izquierda cargue “contra las derechas”
La pandemia no se ha ido, por más que en el Orgullo -o en los sanfermines-, muchos se comporten como si la incidencia y los contagios Covid fueran a la baja. Todo lo contrario. Pese a ello, Madrid volvió a acoger una marcha que en 2019 no estuvo exenta de polémica, a causa de ese recién llegado que era el Covid-19, y que ahora, varias vacunas y olas después, vuelve por donde solía. Pese a todo, la manifestación del Orgullo 2022 comenzó a las siete y cinco de la tarde de este sábado en Madrid bajo el lema “Frente al odio: visibilidad, orgullo y resiliencia”, con la participación de más de 100 entidades, 40 carrozas y la presencia de cinco ministros del Gobierno -de ambos bandos-, y miles de activistas del colectivo LGTBI+.
En la cabecera, entre esas personas comprometidas con el movimiento, estaban Uge Sangil, presidenta Felgtb y Carla Antonelli, exdiputada del PSOE de la asamblea de Madrid. Este año además, en cabeza, se vio una bandera de Ucrania con la palabra “orgullo” en inglés.
Además de reclamar un pacto de estado contra los discursos de odio, la marcha, que volvió a las calles de Madrid tras los dos años de pandemia, reivindicó la aprobación definitiva de la Ley Trans y LGTBI, y un pacto social contra los delitos de hoy. Una Ley Trans que ha sido también un terremoto en el PSOE con la ex vicepresidenta Carmen Calvo a la cabeza, colmo firme opositora.
Por lo demás, más allá de lo festivo, la jornada reivindicativa transitó a lo político ante la participación de políticos de izquierda y alguno más de otro signo político, como Begoña Villacís. La vicealcaldesa, más arropada que en ediciones anteriores, cuando fue increpada y expulsada de la marcha, mostró su imagen más constructiva y optimista. La vicealcaldesa de Madrid ha reafirmado este sábado que la asistencia al Orgullo “se ha convertido en un derecho de los madrileños pero no en una obligación”, y que acudir a la marcha es una opción. Villacís no ha querido valorar la ausencia del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, y se ha limitado a afirmar que “uno puede venir o puede no venir, es opcional”. “Hay muchos madrileños que no vienen al Orgullo y no son homófobos, el Orgullo es una fiesta y uno viene si le apetece o si forma parte de sus vivencias”, ha expresado.
“Madrid sigue siendo el mismo Madrid porque el Orgullo no es de ningún partido político, es de Madrid y de todo los madrileños”, ha aseverado. Frente a ella, menos tolerante o inclusivo en su discurso, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha considerado este sábado que “a la derecha y a la extrema derecha les gustan más las políticas de retroceso” en lo que se refiere a los derechos del colectivo LGTBI+, que celebra la fiesta del Orgullo con una marcha multitudinaria en Madrid.
Una marcha en la que la ministra de Igualdad, Irene Montero, defendió la necesidad en España de una ley que reconozca la memoria histórica, también para la comunidad LGTBI, y particularmente para las personas y mujeres trans “que han estado en primera fila de las conquistas democráticas en nuestro país”, ha dicho.
En declaraciones a los medios en la manifestación del Orgullo 2022, Montero ha respondido así a la promesa efectuada por el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, este sábado en el homenaje en Ermua (Vizcaya) de su partido a Miguel Ángel Blanco, el concejal asesinado por ETA, de derogar la “mal llamada” ley de Memoria Democrática. Una buena muestra de que en el Paseo del Prado la reivindicación LGTBI era arma arrojadiza en manos de cierta izquierda.
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