Totó, la clase italiana

El homenaje que hace este restaurante a Totó, supone una declaración de intenciones. Ese gran actor y poeta, que llevó hasta los veinte años el apellido materno, porque su padre el marqués de Curtis, no lo reconoció. El príncipe de la sonrisa, lleno de clase pero también de sencillez y espontaneidad, no dejó de buscar durante toda su vida la elegancia de la comedia y la tragedia de la belleza.

Ese carácter napolitano, que encuentra en la extravagancia y las paradojas, la esencia vital con la que conquistan al mundo. Aquí todo tiene el filtro de la elegancia y la sencillez. Extraordinario pero sin complicaciones, los años 50 en la Italia del blanco y negro. Sus propuestas de bodega, carta, decoración, e incluso la música en directo que por las noches se adapta al ambiente, son el escenario que Pasolini buscaría para la mejor de sus escenas.

Aquí todo es meditadamente improvisado, ese ambiente perfecto que solo directores de escena tan profesionales como Jorge Dávila, saben crear. La experiencia que trae, y las estrellas conseguidas en el pasado, brillan aquí con la seguridad del respaldo pecuniario que apoya maravillas como esta, el grupo Mabel con Nadal como cabeza. Del maravilloso vermouth del “professore” acompañando la pinsa de Cecina de León, hasta el tiramisú con un marche sauvignon de Maximo, fue un alarde de capacidades y búsqueda del entretenimiento del gran chef Emiliano Celli, que plantea un paseo por lo central de la cocina italiana recogiendo lo mejor de la materia prima española como sustituto de algunos ingredientes. Este menú también honra la muerte de Totó, que se enterró tres veces. La primera en Roma, de donde provienen los maravillosos antipasto, y el vitello tonato; la segunda en Nápoles, de donde viene esa apuesta por la deliciosa pinsa y las recetas de raviolis rellenos de ternera madurada y mantequilla, o con con rabo de toro. El tercer entierro de Totó, un mes después con el ataúd vacío, en Santa Maria della Pieta, así lo quiso, il guappo, el capo mafioso de su barrio natal, con recetas como berenjena parmigiana, en una versión de milhojas espectacular y el buffalo mozzarella con tomate datterino que junto con la albahaca , conjuntan una versión que nada tiene que ver con su paseante por las mesas de lugares de moda. Una detrás de otra delicias clásicas refinadas que piden lugar a la impresionante bodega que recoge estupendas referencias de España, Francia y por supuesto de Italia. La gran bota de vino.

Cocina: 8 Bodega: 8

Sala: 10 Felicidad: 9

Dónde: Pº de la Castellana, 38. Madrid.

Tel.: 910 05 38 84

Precio del menú : 45 euros.

totorestaurants.com