Cultura urbana
Galerías Costa: un nuevo concepto de mercado que arrasa en Malasaña
El arte, la moda urbana, la música, los tatuajes y la gastronomía se aúnan en este mismo espacio que no deja de sumar adeptos
Ninguno de sus dos accesos, por el número 7 de la calle de San Joaquín o el 8 de Santa Bárbara, auguran lo que va a haber en su interior con solo bajar unas escaleras. Podría denominarse como un nuevo concepto de mercado o de centro comercial, pero nunca antes visto en pleno Malasaña. Lo que hoy conocemos como Galerías Costa era hace algo más de dos años una antigua fábrica de muebles de segunda mano, con cerca de 500 metros cuadrados que han sido transformados en un espacio diáfano para que los usuarios vivan una experiencia completa sin salir de allí. Diferentes marcas de ropa, un estudio de tatuajes, un centro de uñas, un puesto con comida o una barra para tomar algo, son sólo algunos de los ocho establecimientos que allí comparten espacio.
Con sus techos de gran altura, los ladrillos y conductos de ventilación vistos y un lucernario han logrado mantener la esencia que este lugar tuvo un día y eliminar cualquier sensación de agobio que pueda provocar estar en un sótano. No se equivocan si relacionan el nombre de estas Galerías con el de la discoteca Costal Social Club, pues los dueños son los mismos. “Teníamos ese público cautivo querido por Chueca, Malasaña o Chamberí que ya contaban con su sitio para salir por la noche y buscamos que también lo tuviesen para el día”, dice David Arroyo, uno de sus socios fundadores a LA RAZÓN. Hasta entonces, este público con gustos determinados e inquietudes en común como pueden ser los tatuajes, la ropa urbana, el arte, el diseño de uñas o la barbería podían disfrutar de todas ellas en locales independientes y limitados por el barrio pero desde marzo del año pasadolo hacen en este mismo lugar.
Una idea que tenían muy clara desde hace tiempo y para la que estaban buscando el momento y el local perfecto. “Teníamos claro que tenía que ser por esta zona pero era complicado encontrar uno con tantos metros. Además en el concepto que teníamos en mente había cosas de las que no podíamos prescindir”, comenta Arroyo. Como en todos sus proyecto la imagen de marca de Costa siempre va en una misma línea y buscaban alejarse de la idea tradicional de cualquier centro comercial: “Preferimos anteponer esto a todo lo demás, hemos tenido ofertas de cadenas muy conocidas que querían entrar en el proyecto y que nos ofrecían más de lo que nos puede ofrecer un pequeño comercio pero no encajaban para nada con nosotros”, apunta el socio. A pesar de que su apertura, en marzo de 2021, se produjo en un momento delicado, justo después de la pandemia por el coronavirus, los dos jóvenes fundadores lo vieron claro: “Era el momento de más riesgo porque no sabíamos lo que iba a pasar, pero era la única oportunidad que íbamos a tener de poder adquirir algo así un precio razonable”, confiesa Arroyo. Así, fueron a por ello y casi un año y medio después su éxito sigue en pleno apogeo.
El secreto de esto, dice creer que está en el buen ambiente que han creado y que a día de hoy existe entre todos los propietarios así como la forma en la que han sabido explotar las posibilidades que tiene el local para hacer eventos relacionados con todas las disciplinas urbanas: desde exposiciones de arte urbano, presentaciones musicales, moda… Así, muchos fines de semana además de disfrutar de los servicios que ofrecen todas sus instalaciones se puede asistir a la presentación de un disco o disfrutar de las obras de un artista emergente. Además de cara al mes de septiembre, ya están trabajando junto a Antonio Velasco, encargado de confeccionar todo el vestuario de la serie La Veneno para exponer los diseños en las galerías. “Siempre hemos buscado dar la oportunidad a artistas y empresarios emergentes para que desarrollen sus actividades o negocios en el mercado porque es mucho más fácil”, detalla Arroyo.
Como el caso de Alber, dueño Cut Killers en Galerías Costa. “Antes trabaja como barbero en otra barbería y ahora tengo mi propio negocio, me ofrecieron esta oportunidad y no podía dejarla escapar”, confiesa a LA RAZÓN. Para él hubiese sido impensable montar su propio negocio en el corazón de Malasaña sin esta ayuda. O los chicos de Frev Boutique que desde 2014 buscan comunicar sus ganas de cambiar las cosas a través de sus diseños mezclados con alta costura. Así por regla general en cada una de sus colecciones sacan una línea general de ropa para que cualquier persona pueda acceder a ella, bien con sudaderas, camisetas, gorras… Además de alguna pieza “high fashion”, con más trabajo de diseño o materiales de alta calidad. Por otro lado, desde que abrieron su boutique en Galerías Costa han decidido dar también cabida a otras marcas que comparten sus mismos valores: “Llevamos tanto tiempo que sabemos la necesidad que tiene el mercado con este tipo de marcas, por eso hemos decidido apoyar a jóvenes diseñadores que empezaron como nosotros “, confiesa Abel, uno de los propietarios de Frev.
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