El «Melrose Place» español aterriza en plena Plaza de España de Madrid

Se trata de una residencia de estudiantes. También de un hotel. Incluso de un centro de coworking, yoga y gastronómico. De hecho, dicen que cuenta con más de 200 actividades, actos culturales incluidos, para deleitar al huésped.

El novedoso concepto que propone el proyecto holandés The Social Hub bien podría ser una recreación de la mítica serie «Melrose Place» adaptada al siglo XXI en la que el moderno diseño se une a la combinación de las experiencias más «cool». Visitamos este sitio de moda que ya ha probado suerte en Barcelona (con muy buenos resultados y una inversión de 60 millones de euros) y que suponen un disruptivo concepto de hospedaje, ocio y goce.

«Siempre tuvimos claro que teníamos que abrir un hub en Madrid, porque es una ciudad abierta, multicultural y muy social», asegura Frank Uffen, socio fundador de The Social Hub, quien cursó sus estudios en la capital española.

«Todo empezó hace más de 10 años con una simple convicción: los estudiantes se merecen algo mejor. Por eso creamos The Student Hotel, un lugar donde los jóvenes pueden encontrar su propósito y cambiar el mundo para dar forma al futuro. Ahora, como The Social Hub, seguimos ofreciendo un lugar de calidad para estudiar y vivir. A lo largo de la última década nuestro modelo se ha desarrollado de forma orgánica, atrayendo a viajeros, emprendedores, nómadas digitales y locales, a experiencias, eventos y coworking», añade Diana Lado, directora de marketing y cultura.

Este proyecto ya ha dado trabajo a 47 personas tan solo en Madrid, las cuales se encargan de tener a punto el edificio que ubica en el corazón de la ciudad, frente al Palacio Real y a la vuelta de la esquina de la Plaza de España y Gran Vía. Un enclave que años atrás se conocía como «La imprenta» ya que albergaba a una de las más importantes de Madrid.

Muchos se preguntarán, ¿pero entonces a quién está dirigido este alojamiento? «A todas aquellas personas que piensan con originalidad, que quieren conectarse, crear comunidad, y al mismo tiempo construir un futuro mejor. Todos están invitados a conectarse en este concepto, ya sea para pasar unas horas, unos días o meses», apunta a LA RAZÓN la directora de marketing y cultura.

Las habitaciones de hotel tienen categoría de cuatro estrellas y los espacios de coworking, alojamientos de corta y larga estancia pueden reservarse por tiempos delimitados. Además, mientras damos un paseo por las instalaciones descubrimos hasta tres «rooftops», una con piscina y otra con solaárium, así como un gimnasio, salas de videojuegos, restaurante, cafetería, y un icónico playroom. En total, hay disponibles más de 14.000 metros cuadrados en los que se han invertido 70 millones de euros. «Estamos pensando en hacer más inversiones en España en los próximos años, en ciudades clave», aclara Diana Lado Y es que el proyecto de The Social Hub, emplea a más de 800 personas en toda Europa.

194 nacionalidades

«Nuestro nuevo nombre The Social Hub refleja mejor la diversidad de nuestra clientela, de todas las edades y más de 194 nacionalidades. Tenemos 16 Hubs en diferentes ciudades de los Países Bajos, Italia, Alemania, Francia, Austria y España. La recepción en todos los mercados, incluyendo nuestras nuevas propiedades en Barcelona y Madrid ha sido muy acogedora, y esperamos que miles de huéspedes experimenten The Social Hub por primera vez», apuntan desde el equipo directivo de la empresa.

En cuanto a los precios, para quienes quieran vivir esta experiencia, en Madrid las estancias cortas en hoteles parten de los 120 euros por noche en el hotel, y una membresía de coworking va desde 99 euros al mes.

De momento, ya varias «celebrities» se han sumado. De hecho cuentan con embajadores como Paco León, Nuria Tomás, Alejandro Palomo y Ella Kweku, «que representan una variedad de comunidades y perfiles que permiten conectar los espacios, potenciando el talento de la comunidad local», relata Lado.

Entre los más de 200 eventos que dicen programar cada mes «para conectar e inspirar a la comunidad» incluye, por ejemplo clases de yoga, pilates, bootcamps o meditación. «Para quienes busquen otro perfil de ocio, también pueden asistir a conferencias, clubes de lectura o clases de idiomas. Hay un amplio abanico de oportunidades y planes para conocer gente y probar cosas nuevas», dice orgullosa la programadora cultural.