Maternidad

Un bebé gigante en la plaza del Reina Sofía

Se trata de una iniciativa para impulsar una ley que proteja la lactancia en lugares públicos

Escultura hiperrealista de un bebé situada en la plaza del Reina Sofía en el marco de la iniciativa 'Quien no llora, no mama'
Escultura hiperrealista de un bebé situada en la plaza del Reina Sofía en el marco de la iniciativa 'Quien no llora, no mama'TETA&TETATETA&TETA

Si pasean por la plaza del Museo Reina Sofía, miren bien por dónde pisan. Podrían tropezarse con un bebé que gatea por el suelo. Además de su excepcional tamaño, está enfadado. Y más que él, su madre. Se estima que el 52% de las españolas han tenido que ocultarse, o se han visto cohibidas, a la hora de dar el pecho en público. Y si bien no hay ninguna ley que lo prohíba, tampoco existe una legislación que proteja a las mujeres de vivir situaciones incómodas. Algo que sí ocurre en otros países europeos.

La escultura, obra de la artista Cristina Jobs, responde a la iniciativa promovida por teta&teta, una organización que lucha por la desexualización del pecho femenino a través de varias iniciativas. De hecho, en 2017 crearon un mapa de aquellos espacios y lugares en los cuales el amamantamiento era bien recibido.

Así, el bebé del Reina Sofía llorará, llorará y llorará hasta que el Gobierno no regule una ley que proteja la lactancia en público. Porque, según el estudio, realizado a 200 madres lactantes de entre 18 y 50 años, un 63,5% de mujeres se han sentido juzgadas por dar el pecho y un 15% asegura que se les ha llegado a llamar la atención por ello, invitándolas a taparse o a irse a un espacio más reservado. En consecuencia, casi nueve de cada diez cree necesario ver protegido su derecho a amamantar en público.

Según recuerdan desde teta&teta, la lactancia está amparada por la ONU. El 22 de noviembre de 2016, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas emitió un comunicado en el que reconoció la lactancia natural como «un derecho humano para bebés y madres que debe de ser fomentado y protegido» e instó a los países a esforzarse para asegurarlo. «Una ley específica es necesaria. Haría que las mujeres se sintieran más libres a la hora de tomar la decisión de dar el pecho, una decisión que solo les pertenece a ellas y sobre la que no hay que opinar», defendió ayer la portavoz de la asociación, Marina García, que instó a todos los interesados a sumar firmas en la web quiennolloranomama.org.